La fecha de reinicio de las obras de urbanización del futuro barrio de medio millar de viviendas de protección oficial de Ca n’Escandell es, a día de hoy, un misterio. Y, a tenor de la surrealista y contradictoria respuesta facilitada por el SEPES a La Voz de Ibiza, la duda va para largo. O para muy largo.
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El imperdonable error del Gobierno que está detrás de la paralización de 500 pisos públicos de Ibiza
Lo que se sabe hasta ahora es que la constructora ha paralizado las obras sine die después de que a las primeras de cambio aparecieran restos arqueológicos. Tras excavar unos pocos metros cúbicos de lo que se conoce como tierra vegetal, la capa más superficial, aparecieron restos arqueológicos, probablemente zanjas de cultivo.
Atendiendo a que el plan arqueológico diseñado para la zona obliga a parar las obras y avisar al Consell de Ibiza como administración competente en Patrimonio cuando aparecen restos, la constructora levantó la mano y paró las obras.
Como no hay partida económica para financiar unos trabajos de excavación y documentación de la zona y que, a tenor de lo que ha sucedido en la parcela contigua en la que el Ayuntamiento de Ibiza está promoviendo el campo de fútbol de es Putxet, costarán entre cuatro y cinco millones de euros y se prolongarán por espacio de un mínimo de 12 meses más, las obras están paralizadas desde hace meses.
De momento el SEPES no parece dispuesto a asumir que tiene un problema en Ibiza. Culpa a la constructora de no haber movido ficha oficialmente hasta ahora.
Y tampoco asume responsabilidad alguna por no haber incluido una partida económica para ejecutar las excavaciones arqueológicas que todo el mundo sabía que se iban a tener que acometer en el polígono a la vista de los antecedentes conocidos, sin ir más lejos, en la parcela contigua en la que el Ayuntamiento de Ibiza está promoviendo el campo de fútbol de es Putxet.
O por no haber acometido previamente los trabajos arqueológicos en una licitación independiente para que las obras de urbanización pudieran empezar con los deberes arqueológicos hechos.
No hay que olvidar, además, que si aparecen restos arqueológicos de mayor relevancia que las zanjas de cultivo que se esperan, Patrimonio podría obligar a modificar el proyecto de urbanización al objeto de preservar los hallazgos.
A la vista de lo que ha tardado el organismo estatal en responder a este medio, más de una semana, y de la pobre respuesta ofrecida, para el SEPES la fecha de reinicio de los trabajos no es una prioridad.
Es más, su prioridad parece que es escurrir el bulto y de buscar culpables en todos y no en la de ofrecer soluciones y certezas, en tanto que promotor de una urbanización después de cuya parcelación y numerosos trámites administrativos tanto el Gobierno como el Ibavi levantarán 532 pisos a los que aspiran más de un millar de familias, a tenor de la abultada lista de espera del Ibavi.
El primer cortafuegos del SEPES es la empresa constructora, a quien responsabiliza de no haber renunciado a la obra por falta de partida económica y por no haber presentado un proyecto modificado.
Respecto a la ejecución de las obras de urbanización, hasta la fecha “no se ha presentado un proyecto modificado ni se ha renunciado a la ejecución de estas por parte de la empresa adjudicataria”, informa el organismo por escrito a La Voz de Ibiza a través de un portavoz.
Para el SEPES no hay problema alguno pues. La constructora tiene la obligación de seguir adelante con las obras, hasta nueva orden.
Y hasta que no haya un movimiento de la misma, toca esperar.
En cuanto al clamoroso fallo en el diseño de la obra al haberse omitido la fase de excavaciones, el SEPES ha buscado extender la responsabilidad de este histórico error en las otras administraciones implicadas, a saber, Govern balear, Consell de Ibiza y Ayuntamiento de Ibiza, en tanto que ninguna advirtió en la extensa tramitación previa de que en la parcela se acabarían teniendo que realizar trabajos arqueológicos.
Yo no sabía nada, ha venido a decir el SEPES.
“Las obras de urbanización se están desarrollando conforme al Plan Especial y al Proyecto de Urbanización, de acuerdo al Decreto ley 3/2020 de 28 de febrero, de medidas urgentes en materia de vivienda, que prevalece sobre el planeamiento general, y que fue aprobado por el Consell de Govern el 8 de marzo de 2024”, han detallado a La Voz de Ibiza las mismas fuentes desde Madrid.
Además explicaron que, las obras han “contado con informe favorable de la Comisión interadministrativa nombrada al efecto y de la que formaban parte todas las administraciones implicadas y tras la tramitación de todos los informes sectoriales y trámites de audiencias, así como de la recogida de alegaciones, tanto públicas como de las diferentes administraciones, que no (han) predeterminado ningún condicionante de carácter arqueológico”.
Entre las explicaciones del Estado, remarcan que en julio de 2024, “cuatro meses después del acuerdo de aprobación definitiva del Plan Especial y del Proyecto de Urbanización y con el contrato de obras ya adjudicado, se requirió aplicar una medida derivada de la revisión del PGOU, que introdujo la modificación de catalogar como “zona de cautela arqueológica” toda la zona llana del municipio, incluyendo también el ámbito donde se ubica Ca n’Escandell”.
Según la versión del Gobierno, que prácticamente todo el municipio de Ibiza es considerado como zona de protección arqueológica, según lo establece la Ley 12/1998, de 21 de diciembre, del Patrimonio Histórico de las Islas Baleares, y la advertencia del Ayuntamiento de Ibiza no suponía “ningún condicionante de carácter arqueológico”.
O al menos, de tanto como peso como para obligar a replantearse el proyecto.
No obstante y “a pesar de no ser obligado (sic), en base a ello SEPES incorporó un arqueólogo al equipo de la Dirección Facultativa de las obras para el seguimiento arqueológico”, respondieron.
Sin embargo, para los trabajos de excavaciones de las toneladas de metros cúbicos de tierra y para la documentación de los trabajos no hay partida económica, algo que el SEPES niega.
Y es que, según su versión, el proyecto de urbanización “incluye, como cualquier proyecto, las correspondientes partidas de excavaciones conforme a un plan aprobado”.
Sin embargo, en los pliegos de la licitación no ha sido posible encontrar partida alguna correspondiente a trabajos arqueológicos.
La realidad es tozuda, además. Si hubiera partida económica para financiar las excavaciones, las obras no estarían paralizadas.
Así lo han asegurado a La Voz de Ibiza expertos consultados.
Futuro y plazos
Así las cosas, no se vislumbra una respuesta rápida que desatasque el embrollo.
Sea como fuere, el SEPES sostiene que «en el caso de que se presente un modificado, o en el caso de desistirse de la ejecución» por parte de la constructora adjudicataria mantiene «el compromiso con el desarrollo de este ámbito con la menor dilatación posible, mediante cualquiera de los procedimientos contemplados en la legislación aplicable en la materia que permitan finalizar las obras con las debidas garantías de preservación del potencial patrimonio arqueológico, bien tramitando las propuestas que modifique el proyecto o previendo una resolución y posterior licitación”, han aclarado.
Sorprende con las obras paralizadas y con más interrogantes que respuestas, el SEPES anunciara hace unos días que ha puesto en marcha los trabajos encaminados a que algún día vean la luz las 197 viviendas que promoverá el organismo en tanto que ya ha puesto en marcha el concurso con jurado para la proyecto de edificación de las primeras 197 viviendas en Ca n’Escandell.
El PP ha calificado de «error histórico» la tramitación.
Y el PSOE se ha puesto de perfil.
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