El Govern balear ha desestimado las alegaciones que pedían hacer obligatoria la formación específica para conductores de VTC, una demanda planteada —entre otros— por el Ayuntamiento de Ibiza y el Consell de Ibiza, que reclamaban equiparar los requisitos del VTC a los del taxi en el nuevo reglamento. La Conselleria de Hábitat, Territorio y Movilidad sostiene que esa formación será opcional y podrá exigirse, en su caso, por vía municipal o insular, no de forma general para toda la comunidad.
El reglamento del taxi y VTC, señala en su artículo 27 que el acceso al permiso municipal de taxista incluye condiciones y controles reforzados que van “más allá” de los exigidos a VTC, como acreditar experiencia y superación de pruebas de aptitud y conocimientos (territorio, idioma, normativa, atención al usuario), entre otras. Esta arquitectura de requisitos es la que el Govern enmarca en la naturaleza de servicio público.
A su vez el art. 57 del reglamento solamente exige tener un carné de conducir, estar inscripto en Seguridad Social y no realizar otros trabajos que supongan un riesgo. Luego, en el punto 2, aclara: «Los ayuntamientos y los consejos insulares pueden exigir una formación específica a las personas conductoras de vehículos adscritos a autorizaciones VTC urbanas o de ámbito insular, respectivamente«.
Más alegaciones sobre la formación de conductores de VTC
También la FITIB (Federación Independiente del Taxi de las Islas Baleares) reclama que el artí 57 es “insuficiente” y propone una formación específica obligatoria similar a la del taxi. Un pedido similar han hecho los Conductores profesionales de taxi de Sant Josep. El Govern ha rechazado todas las alegaciones de este tipo.
El Ejecutivo autonómico ha respondido a las alegaciones defendiendo un trato diferenciado entre taxi y VTC: recuerda que el taxi es un servicio de interés público y, por ello, exige controles más estrictos que el VTC (experiencia, pruebas de conocimientos, etc.). Esa diferencia justifica no imponer de forma general una formación obligatoria a los VTC, que podrían quedar sujetos a requisitos adicionales solo si los fijan los entes locales.
Desde el lado empresarial, la Agrupación Empresarial de Alquiler de Vehículos con Conductor de Baleares reclamó excluir cualquier obligación de formación por entenderla una carga injustificada para el servicio precontratado, algo que fue permanentemente incumplido y denunciado hasta el hartazgo por el sector del taxi. Para mayor polémica, cabe destacar que el Tribunal Constitucional derogó la prohibición que obligaba a las empresas de vehículos de transporte con conductor (VTC) a contratar sus servicios con un mínimo de 30 minutos de antelación en Baleares.
Respecto a las alegaciones, la Conselleria respondió de forma extensa que el decreto armoniza reglas, pero preserva diferencias funcionales: el taxi es servicio de interés público (captación en vía pública y servicio inmediato) y, por ello, mantiene controles reforzados, mientras que el VTC opera siempre previa contratación, lo que admite mayor flexibilidad. Pero que, en cualquier caso, es potestad de las administraciones locales sumar requisitos adicionales.
Qué exige el reglamento al taxi (y no impone al VTC)
Para obtener el permiso municipal de taxi en Ibiza se exige superar pruebas y acreditar contenidos mínimos, entre ellos: conocimiento del término municipal, normativa de circulación y de servicio, atención al usuario y calidad, nociones de primeros auxilios, uso de dispositivos del servicio (TPV, emisora, apps) y competencia en catalán y castellano (con nociones de idiomas de uso turístico).
Estos estándares se justifican por el carácter de servicio público del taxi.
Para el VTC, el borrador no fija una formación obligatoria de alcance autonómico: abre la puerta a que ayuntamientos y consells la exijan en su territorio (p. ej., cursos específicos y/o pruebas) o la valoren como mérito, pero no la impone por defecto. En la práctica, Ibiza podría exigir formación VTC por ordenanza o resolución, sin necesidad de esperar a una reforma autonómica.
Requisitos optativos
Si Ibiza quiere formación VTC obligatoria, deberá aprobar una ordenanza o resolución que detalle contenidos, horas, evaluación y acreditación, alineando (si lo estima) los módulos con los del taxi: territorio, normativa, atención al cliente, primeros auxilios e idiomas. El decreto autonómico no lo impide; lo permite y lo delega.
Para el taxi, todo sigue igual o más definido: pruebas de aptitud, contenidos mínimos y competencias lingüísticas. Para el VTC, el balón está ahora en el tejado de cada isla y municipio, que podrán equiparar o no según su diagnóstico de demanda, congestión y calidad del servicio. La Conselleria ve este diseño “flexible” como garantía de adaptación territorial, sin cerrar la puerta a medidas más estrictas en plazas tensionadas como Ibiza.