La ruptura entre el Partido Popular (PP) y Vox no se termina de concretar y ahora los populares apuran a la extrema derecha para que se sienten a negociar antes de la votación para echar a Gabriel Le Senne como presidente del Parlament balear, una propuesta presentada por la izquierda tras el escándalo con la foto de Aurora Picornell.
El portavoz del PP en el Parlament, Sebastià Sagreras, no desveló el pasado lunes qué votará su partido acerca de este asunto, lo que abre la puerta a unas negociaciones a contrarreloj con Vox para mantenerlo al frente del Parlament a cambio de que apoyen los proyectos de Marga Prohens.
La presidenta del Govern tiene en marcha diferentes proyectos, como el de simplificación administrativa, en el que se incluye la legalización de viviendas en suelo rústico, que necesitan del apoyo de Vox para salir adelante. Si Vox se compromete a colaborar con el PP en este asunto, ellos votarán en contra de la destitución de Le Senne.
En medio de todo esto, el líder de Vox, Santiago Abascal, anunció que su partido rompería todo tipo de vínculos políticos con el PP tras no coincidir en las políticas inmigratorias. Esto hace que las relaciones hayan quedado todavía más tensas y al borde del quiebre, aunque sin un cambio en la práctica, según señala Menorca.info
La prueba de fuego sobre si efectivamente habrá un cambio o no se definirá en la votación para echar a Le Senne, único miembro de Vox que cuenta con un rol de relevancia en Baleares. La gran fecha en cuestión será el 3 de septiembre, último día hábil antes de que empiece el periodo de sesiones. Es decir, que todavía queda un mes de charlas entre partidos para tratar de solucionar los conflictos internos