El precio de la vivienda en Baleares ha experimentado un aumento del 13% en febrero en comparación con el mismo mes del año pasado, según los últimos datos publicados por Tinsa.
Este incremento, que también se ha registrado en Canarias, representa la mayor subida de precios en todo el país y refleja la fuerte presión de la demanda en las islas.
En términos mensuales, el valor de la vivienda en Baleares ha subido un 2% respecto a enero, situándose por encima de la media nacional. En conjunto, el mercado inmobiliario español ha encadenado otro mes de crecimiento, con un encarecimiento del 7,8% interanual y un incremento del 4,8% en términos reales, una vez descontado el efecto de la inflación.
Las islas lideran la subida de precios
El informe de Tinsa señala que las zonas donde más se encarece la vivienda son las islas, las capitales y grandes ciudades y las áreas metropolitanas, con subidas de hasta un 2% mensual.
En contraste, en la Costa Mediterránea el precio se ha mantenido estable en febrero, mientras que en los municipios del interior el crecimiento ha sido más moderado.
Según la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, la combinación de una demanda solvente, la estabilidad del empleo y un acceso al crédito más favorable está impulsando la compra de viviendas en un mercado con oferta limitada.
«El precio de la vivienda sigue acelerándose en los polos de empleo y los destinos turísticos más demandados, donde la oferta inmediata no es suficiente para absorber la demanda», ha explicado Arias.
El precio en Baleares supera los niveles de la burbuja de 2007
Uno de los datos más significativos del informe es que el precio medio de la vivienda en las islas ya se sitúa un 10% por encima de los máximos alcanzados durante la burbuja inmobiliaria de 2007 en términos nominales.
Sin embargo, si se ajusta por la inflación, el valor real todavía se mantiene un 22,3% por debajo de aquellos niveles.
El informe confirma la tendencia de los últimos meses: Baleares sigue siendo uno de los mercados más tensionados del país, con una fuerte competencia por el espacio tanto en las zonas urbanas como en los enclaves turísticos más cotizados.
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