El debate sobre la masificación turística en Ibiza ha emergido este verano como elemento nuclear del debate político, con posturas encontradas entre quienes defienden las manifestaciones ciudadanas en contra del turismo masivo y aquellos que ven en estas protestas una amenaza para la principal fuente de ingresos de la región.
No en vano, el PP de Marga Prohens ha cambiado el discurso para acabar liderando los trabajos para minimizar los efectos sociales que indudablemente tiene el éxito turístico.
En medio de este debate, José Antonio Roselló, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (Caeb), la patronal de las grandes empresas que engloba a entidades tan poderosas como las federaciones hoteleras de Mallorca y de Ibiza y Formentera, ha ofrecido su análisis y perspectiva sobre el fenómeno, abogando por un enfoque que equilibre la sostenibilidad con la prosperidad económica.
Y lo dice sin ambages. «Simpatizo con el movimiento antimasificación turística». Algo que, de todas maneras y por sorprendente que parezca, no es nuevo, ya que en términos parecidos se expresó en una entrevista en La Voz de Ibiza, Alfonso Rojo, presidente de la Pimeef, la federación de las pequeñas y medianas empresas de Ibiza y Formentera, quien apostó acabar con la oferta ilegal y, por lo tanto, por «decrecer».
Lo hace con matices, ya que no «son tolerables acciones desagradables y desafortunadas que ataquen al turista, que no tiene ninguna culpa».
En este sentido, ha expresado su «respeto» y «comprensión» al movimiento de la Asociación de Empresas Distribuidoras de Alimentos, Bebidas y Limpieza (ADED), la primera patronal que alza la voz. Su presidente, Tolo Darder, ha advertido en una entrevista en La Voz de Ibiza que «estamos jugando con fuego» y ha expresado su preocupación ante el silencio de la clase empresarial: «Me llama la atención que seamos los primeros y los únicos».
Roselló destaca que la gran diferencia entre las manifestaciones de hace años y las de ahora es que «antes solo se criticaba y ahora hay más intención de buscar soluciones».
«La masificación turística en Ibiza no es un problema aislado, sino parte de un fenómeno más amplio que afecta a muchos destinos turísticos en Europa», ha señalado Roselló en declaraciones a este medio, destacando que ciudades como Venecia y Ámsterdam se enfrentan problemas similares.
Advertencia
«Lo que estamos viendo es una presión turística que está comenzando a generar una reacción negativa entre las comunidades locales, y esto es algo que debemos tomar en serio», añadió.
Durante la entrevista, Roselló recordó un encuentro con altos cargos del PSOE en Ibiza, en el que él ya había advertido sobre la necesidad de prestar atención a las señales de malestar social. «En esa reunión, mencioné que lo que estaba sucediendo en Canarias debía ser un aviso para nosotros. Las manifestaciones ciudadanas que vimos allí son un reflejo de un problema más amplio que también está afectando a nuestras islas», explicó.
Opinión sobre las manifestaciones
Para Roselló, estas manifestaciones no solo son una expresión de malestar, sino una llamada de atención que exige respuestas concretas por parte de las autoridades y del sector turístico.
El vicepresidente de Caeb hizo hincapié en que, si bien las manifestaciones pueden ser vistas como una manifestación legítima de descontento, es fundamental que estas vayan acompañadas de soluciones prácticas y viables.
«El problema con algunas de estas manifestaciones es que, si bien ponen de relieve la masificación turística, no siempre aportan soluciones claras. Es esencial que el debate sobre el turismo en nuestras islas esté acompañado de propuestas concretas que aborden los problemas sin perjudicar la economía local«, afirmó.
Equilibrio
Roselló también destacó la necesidad de encontrar un equilibrio entre el turismo y la calidad de vida de los residentes. «El turismo debe ser siempre algo que favorezca a las comunidades locales y nunca algo que vaya en su contra. Este es un punto trascendental que no podemos ignorar», subrayó.
En este sentido, alabó algunas de las medidas que ya se han implementado en otros lugares de Baleares, como las restricciones a la entrada de vehículos en Formentera, pero advirtió que cualquier medida restrictiva debe ser cuidadosamente considerada ante la tramitación de la ley que regulará en Ibiza el número y la tipología de vehículos que pueden acceder a la isla.
«Como economista liberal, no soy partidario de imponer restricciones sin una reflexión profunda. Sin embargo, a veces estas medidas son necesarias para evitar que el turismo tenga efectos negativos en nuestra comunidad«, comentó.
El análisis de Roselló no se detuvo en los problemas, sino que también abogó por una visión positiva y constructiva del turismo. «Es importante que, al mismo tiempo que abordamos los problemas de la masificación, promovamos una imagen positiva del turismo. El turismo es la principal fuente de vida de nuestras islas, y debemos asegurarnos de que sigue siendo un motor de desarrollo económico y social», dijo.
En este sentido, enfatizó la importancia de apoyar las actividades turísticas legales y sostenibles, que son las que realmente contribuyen a la generación de riqueza y empleo en las islas.
Combatir el turismo ilegal
Además, Roselló subrayó la necesidad de combatir las actividades turísticas ilegales, que según él, no solo perjudican la imagen del destino, sino que también tienen un impacto negativo en la economía local.
«Debemos ser claros en nuestra lucha contra el alquiler irregular, el transporte ilegal y otras prácticas que dañan nuestra imagen y economía. Al final, es la actividad turística legal y bien gestionada la que debemos proteger y fomentar», afirmó.
La importancia del trabajo en conjunto
Finalmente, José Antonio Roselló instó a todas las partes involucradas a trabajar juntas para encontrar soluciones efectivas que aborden los desafíos del turismo en Ibiza.
«La reflexión sobre el turismo no puede ser un ejercicio teórico. Debe ir acompañada de acciones concretas que respondan a las necesidades de nuestras comunidades. Es fundamental que las decisiones que tomemos hoy garanticen un futuro sostenible y próspero para nuestras islas», concluyó.