INMIGRACIÓN ILEGAL

En plena oleada migratoria, el PP exige la dimisión del delegado del Gobierno en Baleares: «Cada vez que habla, crece el negocio de las mafias»

La formación acusa a Alfonso Rodríguez de provocar un “efecto llamada” migratorio y plantea cinco medidas para frenar la llegada de pateras.

José Vicente Marí Bosó.
José Vicente Marí Bosó.

El Partido Popular en Baleares ha reclamado la dimisión inmediata del delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez, a quien responsabiliza de “incentivar” la llegada de pateras al archipiélago con sus últimas declaraciones públicas.

El diputado José Vicente Marí Bosó, portavoz adjunto de los populares en el Congreso, ha afirmado que “cada vez que abre la boca, crece el negocio de las mafias” y que sus palabras han generado un “efecto llamada” en plena semana récord de llegadas: más de 500 migrantes y una treintena de embarcaciones.

Frente a la estación marítima número 3 del puerto de Palma, habilitada temporalmente para alojar a los recién llegados, Marí Bosó ha acusado al delegado de no actuar en los últimos años y ha recordado que no ha comparecido ni en el Parlament ni en el Congreso, ni se ha reunido con el Govern o los consells insulares.

Marí Bosó ha subrayado que Baleares “es frontera sur de Europa” y que, si Rodríguez no dimite, “debería cesarle el propio presidente Sánchez”.

Qué medidas propone el PP

El Partido Popular ha detallado un plan de cinco puntos que, según su portavoz adjunto en el Congreso, José Vicente Marí Bosó, permitiría reducir de forma notable la llegada de embarcaciones irregulares a las costas de Baleares. La primera medida sería una lucha “decidida y sin contemplaciones” contra las mafias que trafican con personas en el Mediterráneo, un combate que, advierte, debe implicar a todas las fuerzas de seguridad y a la justicia para desarticular sus redes de forma coordinada.

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En segundo lugar, los populares reclaman un refuerzo inmediato de las plantillas de Guardia Civil y Policía Nacional en el archipiélago. Marí Bosó asegura que actualmente hay unas 600 plazas sin cubrir y que esa falta de efectivos limita la capacidad de vigilancia y respuesta. A esto suman la necesidad de una nueva política exterior que no “agravie” a Argelia, país que, a su juicio, ha dejado de colaborar activamente en el control de flujos migratorios debido a las tensiones diplomáticas generadas por el Gobierno central.

El plan se completa con la instalación de un sistema integrado de vigilancia exterior (SIVE) en Formentera, para cerrar un punto vulnerable en la frontera marítima, y la petición a la Unión Europea para desplegar agentes de Frontex en las Islas. “Somos frontera sur de Europa y necesitamos apoyo europeo real, no palabras”, recalcó Marí Bosó, criticando que sea la presidenta del Govern, Marga Prohens, quien tenga que viajar a Bruselas a plantear la situación.

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