La crisis que atraviesa la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Ibiza y Formentera (Apneef) la obliga a un ajuste fino para llegar al mayor número de hogares posible: mantener lo imprescindible, priorizar lo urgente y explicar cambios caso a caso. En ocasiones, todos estos malabares no alcanzan, lo que ha derivado en que, como ha informado la organización, hay 40 usuarios en lista de espera.
Cuando llegan nuevos usuarios a los que ya no se puede atender, se busca derivarlos a centros privados de los cuales se tienen buenas referencias. Pero muchas veces, las familias que son derivadas chocan con altos costos que no pueden afrontar. Y, sobre todo, con la saturación que también viven otros centros.
“Es triste dejarlas sin nada”, resume Carmen Boned, directora de la asociación, aludiendo a la carga emocional que asumen familias y profesionales.
Priorizar sin abandonar
El criterio es vulnerabilidad: se sostienen las necesidades más críticas y se ajusta el resto. Algunas familias pasan de tres intervenciones a dos o a una. O se prioriza una de dos terapias que necesita un niño o niña. “Si requiere logopedia y psicología, le brinda logopedia pero no psicología”, ejemplifica Boned ante la consulta de La Voz de Ibiza.
La consigna es evitar un “no” rotundo repartiendo recursos.
A su vez, Apneef orienta hacia centros privados o entidades afines, pero muchas familias se encuentran con listas completas o precios inasumibles, según trasladan a la asociación. La red insular no absorbe todo y la responsabilidad de acompañar es una preocupación explícita de la dirección.
“Nos preocupa la responsabilidad de acompañarlas”, admite Boned: saber que “alguien lo hace bien” sería una tranquilidad.
Por otra parte, la directora informa que de los 40 usuarios que están en lista de espera, más de la mitad son personas que interrumpieron su tratamiento por las vacaciones de verano y que, al querer retomarlo, ya no tenían la plaza.
En la actualidad, Apneef asiste a unas 500 personas. En todo el 2024 sus beneficiarios fueron 580.
Vivienda: un freno para atender
La dificultad para acceder a alquiler condiciona contrataciones y sustituciones: sin equipo, no hay sesiones suficientes.
La crisis de vivienda no solo empuja a familias al límite; también vacía plantillas. APNEEF sostiene hoy a unos 34 profesionales, pero desde 2023 se han marchado una docena. “Una trabajadora deberá irse si en enero no encuentra alquiler y una familia atendida vive en un hotel”, cuenta Boned.
A las puertas del verano, Apneef había pedido ayuda en redes para atender este problema: solicitaba información de alquileres disponibles, tanto para ayudar a su plantilla como para las familias a las que atendía. “Cada vez que nos avisaban y llamábamos, la vivienda ya estaba alquilada”, resume la directora.
Un centro que permita crecer
La dirección ve imprescindible un centro de mayor capacidad en Ibiza. En esa línea, el primer reto es localizar un alquiler viable y el segundo, adecuarlo; sin certidumbres presupuestarias, la expansión no despega.
Iniciativas como sorteos solidarios, listas de boda a beneficio de la asociación o un calendario próximo aportan oxígeno. Mientras tira de la creatividad para conseguir más recursos, en Apneef siguen haciendo malabares para que nadie se quede sin atender.
Para conocer las actividades de Apneef y cómo colaborar, ingresá a sus redes sociales.