El Consell Insular de Formentera ha celebrado este lunes el cierre definitivo de la turbina de Ca Marí, una medida que pone fin a años de ruido, humo y malestar entre los vecinos del núcleo situado en la zona sur de la isla. El acto, presidido por Óscar Portas, marca el inicio de una nueva etapa en la política energética de la institución insular, ha señalado el Consell.
Durante la ceremonia, Portas destacó que “hoy es un día importante para Formentera, pero sobre todo para los vecinos de Ca Marí”, subrayando que la clausura cumple una vieja reivindicación ciudadana.
Portas pide disculpas y reafirma su compromiso con los vecinos
El presidente reconoció que el cierre “llega tarde” y pidió disculpas por una situación que no era digna ni justa, agradeciendo “la paciencia, la lucha y la confianza” de los residentes durante todos estos años. En su discurso, insistió en que el fin de la turbina representa un paso firme hacia la sostenibilidad y la transición energética en la isla.
Portas también quiso destacar la colaboración institucional que ha hecho posible el cierre, mencionando al Govern balear, Red Eléctrica y Endesa: “Cuando trabajamos juntos, pasan cosas buenas como esta”.
Un “punto y seguido” en la mejora del entorno
El presidente del Consell advirtió que el cierre de la turbina no supone un punto final, sino un punto y seguido, y avanzó que el objetivo del equipo de gobierno es dignificar el entorno de Ca Marí con mejoras en saneamiento, iluminación y patrimonio. “El silencio de esta turbina simboliza el reconocimiento de un núcleo que ha estado demasiado olvidado. Hoy os escuchamos y trabajamos para mejorar este entorno”, declaró.
Según Portas, “Formentera respira mejor” gracias a esta actuación, que consolida el compromiso del Consell con una isla más limpia, más silenciosa y más sostenible.












