Cerca de un millar de conductores de autobuses del transporte interurbano de Ibiza, Mallorca y Menorca están llamados a secundar una huelga que comienza este viernes 18 de julio con un paro de 24 horas. Si no hay acuerdo con las empresas concesionarias, se repetirán los paros el lunes 21 y miércoles 23, con una huelga indefinida a partir del jueves 25.
El conflicto se origina tras ocho meses de negociaciones fallidas, en las que los trabajadores han reclamado un aumento salarial del 30% frente al 3% ofrecido por las compañías, según denuncia el sindicato SATI.
En ese contexto, el Consell Insular de Ibiza ha establecido los servicios mínimos para garantizar el funcionamiento básico del transporte público durante los días de huelga.
Las medidas buscan minimizar el impacto en las rutas más utilizadas por residentes y turistas, especialmente las que conectan con el aeropuerto:
- Líneas L10 y L10 Express (Aeropuerto – Puerto – Ibiza ciudad): Servicios mínimos del 100% garantizados.
- Línea L9 (Aeropuerto – Sant Josep – Sant Antoni) y L24 (Aeropuerto – Santa Eulària – Es Canar): Funcionarán con un 75% del servicio habitual.
- Resto de líneas del transporte insular: Servicios mínimos fijados en el 50% de las expediciones.
Tensión sindical
El portavoz sindical Juan Rodríguez advirtió que se espera un “seguimiento masivo” por parte de los conductores, y criticó la actitud de las empresas concesionarias por actuar “como si las movilizaciones no fueran con ellas”.
Por su parte, la Federación Balear de Transportes (FEBT), a través de su gerente Petra Mut, ha reconocido que las posturas siguen muy distantes, pero ha defendido que las compañías “no tienen margen de maniobra real” debido a los contratos de licitación pública vigentes hasta 2030.
La huelga se produce en plena temporada alta y amenaza con tensionar la movilidad en la isla, donde el transporte público representa una alternativa clave para residentes sin vehículo y turistas que se desplazan desde el aeropuerto.