Las lluvias torrenciales que golpearon recientemente las Pitiusas y la alerta por la dana Alice prevista para este jueves no son un episodio aislado, sino un síntoma del cambio climático que ya transforma la meteorología mediterránea. Los científicos advierten de que los fenómenos meteorológicos serán cada vez más intensos y frecuentes, y las autoridades locales reconocen que Ibiza debe adaptarse con urgencia para evitar daños mayores.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) ya advirtió en su informe de 2021 que «es indiscutible que las actividades humanas están causando un cambio climático, haciendo que los eventos extremos, como olas de calor, lluvias torrenciales y sequías, sean más frecuentes y severos».
«Habrá que acostumbrarse a borrascas más potentes»
Durante la reciente borrasca que afectó a las islas, el portavoz de la AEMET en Baleares, Miquel Gili, alertó de que este tipo de episodios serán cada vez más comunes: «Quizás en el futuro haya que acostumbrarse a este tipo de borrascas tan potentes», afirmó.
Gili explicó que la combinación de mares más cálidos, atmósferas más húmedas y sistemas lentos de baja presión favorece la aparición de DANAs más virulentas y persistentes sobre el Mediterráneo. En ese sentido, advirtió que estos temporales dejarán de ser excepcionales y pasarán a ser parte del nuevo contexto climático de Baleares.
La Ibiza del futuro
El alcalde de Ibiza, Rafa Triguero, comparte esta preocupación. En declaraciones a Radio Ibiza este jueves, subrayó que «estos fenómenos meteorológicos serán más frecuentes y más fuertes en el futuro» y que la ciudad debe estar preparada para responder a ellos.
«La climatología y la meteorología han puesto a prueba a Ibiza —afirmó—. Hemos superado la prueba en parte, pero es imprescindible prepararnos para los retos del futuro». Según el alcalde, esa preparación pasa por un gran desarrollo hídrico de la ciudad, con infraestructuras capaces de canalizar y evacuar el agua acumulada durante las tormentas hacia el mar.
Triguero recordó que en el último temporal se registraron más de 300 litros por metro cuadrado, una cifra «fuera de lo habitual» que muchos vecinos mayores no recordaban. Aun así, recalcó que esta situación no excusa que la ciudad no esté preparada para evacuar esa cantidad de agua.
El regidor apuntó que la construcción de una gran red de pluviales será un «trabajo a largo plazo, pero determinante y prioritario para el desarrollo urbano de Ibiza».
«Tendremos que convivir con estos nuevos fenómenos»
En una línea coincidente, el director de Emergencias del Govern balear, Pablo Gárriz, ya había advertido al asumir su cargo en 2024 que «los fenómenos meteorológicos en Ibiza serán cada vez más virulentos».
Consultado por Diario Ibiza en aquel entonces sobre si las DANAs podrían convertirse en un problema grave para las islas, Gárriz respondió que «la realidad es que tendremos que convivir con estos nuevos fenómenos, lo que requerirá concienciación ciudadana y divulgación».
