El Informe de Sostenibilidad de Ibiza 2024, elaborado por la Fundación IbizaPreservation a través de su Observatorio de Sostenibilidad, ha revelado una imagen contrastada de la evolución ambiental de la isla, destacando avances notables en la transición energética mientras lanza una alerta roja por el colapso de la producción agrícola y el repunte de las emisiones contaminantes. Este estudio exhaustivo, que analiza 60 indicadores socioambientales vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), identifica las luces y sombras que marcan el rumbo de Ibiza.
La revolución solar y el impulso ecológico
Uno de los logros más significativos destacados en el documento es el crecimiento histórico del autoconsumo fotovoltaico. En solo seis años, la potencia instalada ha pasado de 0,45 MW en 2019 a 25,9 MW en 2024, con más de 2.000 instalaciones activas, lo que significa que el número de instalaciones registradas se ha multiplicado por 50. La coordinadora del Observatorio, Elisa Langley, subrayó que la energía generada por autoconsumo ya triplica la producción de los parques solares conectados a la red. Además, la generación de energía fotovoltaica en parques también registró un máximo histórico en 2024, creciendo un 8,4 % respecto al año anterior.
A pesar de que Ibiza solo generó localmente el 34,7 % de la energía eléctrica consumida en 2024 y la energía solar fotovoltaica apenas representó el 1,19 % del consumo total, quedando la isla muy por debajo del objetivo europeo del 42,5 % para 2030, el avance del autoconsumo demuestra que Ibiza está avanzando hacia un modelo energético más sostenible y participativo.
En el sector primario, el estudio también destacó avances significativos en agricultura sostenible. La superficie de producción ecológica se ha duplicado desde 2020, alcanzando 1.452 hectáreas, lo que equivale al 18,7 % de la superficie agraria útil, acercando a la isla al objetivo europeo del 25 % de suelo ecológico para 2030.
Otras mejoras ambientales incluyen el aumento constante de los pasajeros del transporte público colectivo y la mejora del rendimiento hídrico, gracias a las inversiones realizadas por el Consell en la modernización de las redes de agua.
Alerta por el colapso agrícola y el aumento de emisiones
En contraste con los logros energéticos, el informe de 2024 puso el foco en dos retrocesos graves: la fuerte caída de la producción agrícola y el aumento de las emisiones de CO₂. La caída agrícola fue calificada como uno de los datos más alarmantes. En la última década, las hectáreas dedicadas a cultivos herbáceos extensivos se han reducido un 81,3 %, y la producción total ha caído un 85,4 %. En 2024 se registraron solo 3.704 toneladas de producción, una cifra muy inferior a las más de 25.000 registradas en 2014. A esto se suma una disminución del 88 % en la producción de aceite respecto al año anterior y una pérdida general de frutales y viñedos, ligada al abandono del campo y los efectos del cambio climático. Elisa Langley advirtió que esta pérdida de producción local pone en riesgo la soberanía alimentaria y la resiliencia de los ecosistemas rurales.
En cuanto al clima, se registró un preocupante aumento del 3 % en las emisiones de CO₂ equivalente respecto a 2023. El consumo de combustibles fósiles generó un 24,8 % de CO₂ equivalente en 2024 (más que el año anterior), haciendo que las emisiones procedentes de estos combustibles ascendieran al 62 % del total de emisiones de la isla. La directora ejecutiva de IbizaPreservation, Inma Saranova, señaló que el combustible Jet-A1 (aviación) ha duplicado su consumo y es ya el principal responsable de las emisiones en Ibiza. La urgencia se ve reforzada por el dato de que la temperatura media del mar se mantiene por encima de los 25 ºC en verano, con una tendencia creciente.
Desafíos en infraestructura y movilidad
El agua sigue siendo uno de los principales retos. El informe señala que el 24,4 % del agua suministrada del conjunto de la isla no se registró en la red, implicando pérdidas cercanas al límite legal del 25 %, porcentaje que se llegó a superar en municipios como Sant Josep y Santa Eulària. Asimismo, la reutilización de aguas depuradas sigue siendo muy baja, alcanzando solo 0,40 hm³ reutilizables en 2024, debido a la elevada salinidad y las deficiencias en algunas depuradoras.
En movilidad, el informe alerta del incremento del tránsito diario en la red viaria insular, con la Intensidad Media Diaria (IMD) alcanzando un máximo histórico de 11.498 en 2024. Además, la red de carriles bici sigue descendiendo, a pesar de la mejora en el transporte público. Finalmente, se registró un aumento de los residuos generados per cápita, que sitúa a Ibiza por encima de la media balear.
A pesar de un ligero descenso en el indicador de presión humana respecto a 2023, la isla mantiene una fuerte estacionalidad que sobrecarga los recursos naturales en verano, mientras que la población en la isla ha aumentado un 1,4 % en tan solo un año.













