En la costa noreste de Ibiza, en el enclave natural de Cap Roig, dentro del municipio de Santa Eulària des Riu, se levanta una de las viviendas más exclusivas de la islaon vistas de 360 grados al mar, licencia turística y una historia que mezcla lujo, arquitectura y celebridades.Durante años, este enclave ha sido refugio de millonarios, artistas y empresarios, y hoy vuelve a ser noticia por un motivo inesperado: su drástica rebaja de precio.
Según las distintas inmobiliarias internacionales que la comercializan —entre ellas John Taylor Ibiza, Queen Mallorca Real Estate y Eden Mansions & Properties—, el precio ha oscilado entre 45 millones de euros y los 25 millones, dependiendo del portal y el momento de publicación.En algunos anuncios, directamente, el valor figura “a consultar”, lo que refuerza la idea de que la operación se ha vuelto confidencial o que se negocia de forma privada entre agencias de alto standing.

Una joya en Cap Roig con licencia turística
La finca se sitúa sobre un promontorio en la zona de Cap Roig, frente a la isla de Tagomago, en un terreno rocoso de acceso restringido. En ella se alzan tres edificaciones —dos villas y una casa de invitados— que suman entre 700 y 900 metros cuadrados construidos, según las fichas de Idealista y LuxuryEstate.Cuenta con diez dormitorios, ocho baños, biblioteca, sauna, jacuzzi, zona de yoga y pabellones exteriores, además de una pista deportiva, dos piscinas infinitas y una bahía privada con gruta natural.
Desde sus terrazas —diez en total— se domina el paisaje de la costa y la isla de Tagomago, con vistas que alcanzan el amanecer y la puesta de sol en un mismo día. “La propiedad se encuentra en la cima de la montaña, lo que le aporta 350 grados de vistas al mar; es realmente especial”, declaró Javier Medina, director de John Taylor Ibiza, en una entrevista concedida al portal Cool The Lifestyle.
Lujo aislado y sostenido por la naturaleza
El conjunto está diseñado con materiales autóctonos y líneas arquitectónicas que respetan el entorno, de acuerdo con el principio de “habitar la ladera sin transformarla”. Las construcciones se integran en la roca y el paisaje, conservando la vegetación autóctona y ofreciendo una sensación de aislamiento absoluto, pero a solo 20 minutos en coche del centro de Ibiza.
La privacidad es su principal valor. “No solo se compra una casa, sino una forma de exclusividad absoluta”, apuntan desde Eden Mansions, la agencia sueca que también gestiona propiedades en Baleares. El acceso se realiza por un camino asfaltado privado desde Cala Boix, y dentro del recinto hay espacio para siete vehículos y personal de mantenimiento permanente.

El propietario
El terreno fue adquirido hace más de dos décadas por un empresario austriaco, quien logró un raro permiso de construcción en un área declarada reserva natural.Según el medio alemán Ibiza Heute, el propietario impulsó la edificación de las dos villas —una moderna y otra de estilo ibicenco tradicional— con el objetivo de preservar el entorno y ofrecer alojamiento turístico de lujo con licencia oficial.
Durante años, la finca sirvió como residencia vacacional de alto perfil, acogiendo a celebridades internacionales como Kate Moss o Robbie Williams, atraídos por la privacidad y las vistas que ofrece el enclave.
Un misterio en el precio
El desfase entre los 45 millones publicados este año por John Taylor, los 35 millones de LuxuryEstate y Eden Mansions, y los 29,9 millones de Idealista refleja la opacidad del mercado de lujo en Baleares.Ninguna agencia ha confirmado oficialmente una rebaja, aunque el hecho de que la villa figure en varios portales con precios distintos sugiere una posible revalorización inicial seguida de ajuste o una estrategia de marketing escalonado para atraer a compradores internacionales.
“No es fácil captar propiedades de estas características”, reconocía Javier Medina, de John Taylor. “El segmento de lujo en el que trabajamos requiere un proceso de comercialización muy cuidado y meticuloso”.Por su singularidad —una finca completa con bahía propia, licencia turística y vistas integrales—, esta propiedad representa uno de los últimos ejemplos de propiedad total en Ibiza: una isla dentro de la isla.












