El barrio de Baggio, en Milán, fue escenario de un hecho tan insólito como trágico: un hombre de 70 años intentó suicidarse arrojándose desde el cuarto piso de un edificio, pero su caída terminó con la muerte de Francesca Manno, su vecina de 83 años. El episodio, ocurrido el domingo 14 de septiembre por la noche, transformó un caso de salud mental en una causa judicial de homicidio involuntario.
El impacto fue fulminante. La mujer, que regresaba a su casa tras tirar la basura, fue alcanzada en el patio interno del edificio por el cuerpo del hombre, que cayó desde una altura de unos 20 metros. Los equipos médicos acudieron rápidamente, pero solo pudieron constatar el fallecimiento de la víctima. Pese a la gravedad del golpe, el hombre sobrevivió y fue trasladado en estado crítico al hospital Niguarda.
La reconstrucción del hecho
Según las autoridades locales y medios como EFE y ABC, el hombre se lanzó desde el balcón de su vivienda ubicada en el cuarto piso, en un inmueble de la calle via Fratelli di Dio. La caída coincidió, de forma desafortunada, con el paso de la vecina. “Fue un accidente fatal sin intención de hacer daño a terceros”, señalaron desde la policía italiana.
Los informes forenses indican que la mujer murió en el acto. Las maniobras de reanimación fueron inútiles ante la violencia del impacto. La zona fue acordonada durante varias horas, mientras los peritos trabajaban en la recolección de evidencia y testimonios.
El estado del acusado
Tras el incidente, el hombre fue internado con múltiples fracturas, especialmente en las piernas, pero se encuentra fuera de peligro vital. Actualmente permanece bajo investigación judicial, aunque está internado en calidad de “libertad provisional”.
En un principio, circularon versiones sobre una posible relación personal o un supuesto pacto suicida entre ambos vecinos. Sin embargo, estas teorías fueron rápidamente descartadas por el Núcleo Radiomobile y la estación de policía de San Cristoforo, quienes confirmaron que no existía ningún vínculo entre las dos personas.
La acusación formal: homicidio involuntario
La fiscalía italiana decidió imputar al hombre por homicidio involuntario, una figura que contempla casos donde una acción imprudente o negligente provoca la muerte de otra persona. A pesar de que el objetivo inicial era quitarse la vida, el desenlace fatal hacia un tercero activa una respuesta penal.
De acuerdo con AdnKronos, citado por medios como ABC, el proceso continuará con la recolección de pruebas para determinar si hubo negligencia y qué grado de responsabilidad le corresponde al acusado. La legislación italiana contempla que este tipo de delitos pueden derivar en penas de prisión, incluso si no hubo intención directa de matar.
Conmoción en el barrio Baggio
El hecho dejó una marca en la comunidad local. Vecinos de Francesca Manno expresaron su dolor por lo ocurrido. La describieron como “una mujer amable, conocida por todos”. El azar, según los relatos, fue letal: la víctima había salido brevemente para sacar la basura cuando fue alcanzada por el cuerpo en caída libre.
“El golpe fue inmediato y fatal. No tuvo ninguna posibilidad”, indicaron fuentes policiales a medios locales. La escena fue descrita como “desgarradora” por testigos, quienes aún no pueden entender cómo una acción desesperada terminó en una muerte completamente ajena al conflicto original.
Un caso inusual y sin precedentes
Los investigadores trabajan para esclarecer todos los detalles, aunque el cuadro general ya fue delineado. Los peritos analizan registros del edificio, testimonios de residentes y cámaras de seguridad para cerrar el círculo de lo que, por ahora, se cataloga como un accidente trágico con consecuencias judiciales.
Este tipo de casos no tiene muchos antecedentes en la justicia italiana. La imputación por homicidio involuntario en el marco de un intento de suicidio plantea desafíos tanto legales como éticos. Por un lado, se trata de una persona con una situación de vulnerabilidad psíquica. Por otro, una vida inocente se perdió sin ningún tipo de advertencia o posibilidad de evitar el desenlace.
La resolución del caso podría sentar un precedente sobre cómo actuar judicialmente cuando una tentativa de suicidio termina afectando a terceros. Mientras tanto, el barrio Baggio permanece en duelo por la sorpresiva y absurda pérdida de una de sus vecinas más queridas.
