El actor Álex García ha escrito una emotiva carta para despedir a su pareja, la actriz Verónica Echegui, fallecida el pasado 24 de agosto a los 42 años. El intérprete de Tierra de Lobos transmitió sus palabras a través de su representante en una misiva publicada por El País, en la que recuerda su historia de amor, los momentos compartidos y el vacío inmenso que deja la partida de una de las actrices más talentosas de su generación.
En su texto, Álex reconoce el impacto de su pérdida: “Te has tenido que marchar para que una ola de amor recorra España. Para que esta profesión, a veces tan ingrata, se ponga de acuerdo en algo. Para que mi móvil explote de amor…”.
El legado de Verónica Echegui en el cine
Verónica Echegui se consolidó como una de las actrices más brillantes de su generación, con una carrera marcada por papeles memorables en títulos como Yo soy la Juani, Explota explota, A muerte o Seis puntos sobre Emma, película en la que coincidió con Álex García en 2010 y en la que nació su historia de amor.
Su muerte ha provocado una ola de reconocimiento y cariño tanto entre compañeros de profesión como entre el público, que destacan su talento, autenticidad y compromiso artístico.
“Mis ojos han llorado, Vero…”
En uno de los pasajes más conmovedores de la carta, Álex García revela la intensidad de su duelo: “Mis ojos han llorado, Vero, han llorado mucho en los últimos días…”.

El actor recuerda momentos íntimos de su relación y evoca imágenes cargadas de simbolismo: “Y también mis pies han bailado sin pensar, y te he visto sumergirte en este océano inmenso que ahora tengo enfrente… Te he visto volar libre y feliz como tantas veces habíamos hablado… y bailar libre al fin”.
Una historia de amor discreta y profunda
La relación entre Álex García y Verónica Echegui fue una de las más admiradas y discretas del panorama artístico español. Aunque siempre intentaron mantener su vida privada al margen del foco mediático, en varias ocasiones compartieron públicamente su amor.
Un ejemplo fue en los Premios Goya 2022, cuando Verónica dedicó unas palabras a su pareja: “Mi amor, cuánto me alegro de crecer a tu lado. Te amo”
Tras más de una década juntos, dejaron un legado de amor, respeto y compromiso, reflejado en la vida personal y en la pasión con la que ambos entendían el cine.
Reflexión sobre la vida y la muerte
En su carta, Álex también recuerda conversaciones que marcaron su relación. Una de ellas, ocurrida en Katmandú, refleja la visión que tenía Verónica sobre la vida y la muerte:
“Una vez en Katmandú, en el Ganges, me dijiste que no entendías por qué sufríamos tanto en los funerales en España. Por qué no celebrar la vida de la persona, más que lamentarla”
Estas palabras cobran ahora un sentido especial, pues Álex reconoce la necesidad de transformar el dolor en una celebración de la vida y del legado artístico y personal de Verónica.

Promesa eterna de amor
La carta concluye con una promesa que trasciende el tiempo: “Continuaré tu legado, el que me enseñaste en vida: sin miedo, descalzo y con amor”
Con estas palabras, Álex García reafirma su compromiso con lo que compartieron y con la forma de entender el mundo que Verónica le transmitió, basada en la valentía, la libertad y el amor como motor de vida.
La reacción del mundo cultural
La muerte de Verónica Echegui ha generado un profundo impacto en el mundo del cine y la cultura. Compañeros de profesión, directores y actores han expresado su pesar y han destacado el talento inigualable de una actriz que supo construir una carrera sólida y auténtica.
La carta de Álex García, más allá de la intimidad de su dolor, se ha convertido en un tributo público a su pareja, recordando la fuerza de su unión y la inspiración que deja en el sector artístico.
Una despedida que se convierte en legado
La emotiva despedida de Álex García a Verónica Echegui es mucho más que una carta de amor. Es un homenaje a una actriz que marcó una época en el cine español y que deja tras de sí un legado humano y artístico imborrable.
Su historia de amor, discreta pero profunda, y su visión vital sobre cómo afrontar la muerte y celebrar la vida, permanecen como un testimonio de la fuerza transformadora del amor y del arte.
Con sus palabras, Álex no solo se despide de su compañera, sino que reafirma su voluntad de mantener vivo el legado de Verónica Echegui, un legado hecho de talento, autenticidad y amor infinito.