María Sansano Escandell, mejor conocida como Mery Myles (Ibiza, 1999) madura, se perfecciona, amplía los géneros en los que vuelca su arte dentro de la gran bandera de lo urbano, y no cede ante todas las demandas de una industria brutal. Se para firme y segura en lo que quiere, lo que siente, lo que la hace ella y la une y a la vez diferencia de otros artistas. MM, su segundo álbum, que vio la luz hace algunas semanas (aunque lleva trabajando en él desde 2021), cristaliza todo eso, o al menos gran parte de un largo proceso.
Afincada en Barcelona desde hace años (luego de buscar su destino en Londres por un tiempo), pasa por el verano ibicenco para visitar a su familia y charla con La Voz de Ibiza sobre el camino recorrido que hoy da como fruto este disco, con calma para contar, reflexionar, reír.

También promete que pasará por la isla con un show a fines del verano-principios del otoño.
La conversación con Mery Myles comienza repasando rápidamente su camino previo, su pasión desde pequeña por el arte y la música, su paso por una banda de rock, la búsqueda de formarse en Londres y los pasos que la trajeron de regreso a su país y a Barcelona: “Allí busqué empezar a componer de forma más libre, no pensando tanto en formarme de cierta manera sino de otros modos, formarme desde el error. Dije: ‘Voy a sacar música y de ahí aprendo’. Así empecé en Barcelona, a partir de haber ‘fallado’ en Londres, por así decirlo”.
“Saqué mi primer álbum experimental en inglés con una discográfica, fue mi primer contacto con la industria. Luego, en solitario, vino mi single Watch a Movie, que fue la canción que, yo creo, me ayudó a ver por dónde tenía que ir. Al día de hoy la amo”, completa.
El single, de octubre de 2020, hoy acumula más de 107.000 visualizaciones en YouTube.
Mery Myles, sin miedo al error, al cambio y la vulnerabilidad
Aunque con exploración y ritmos variados, MM de Mery Myles entra claramente en el género urbano, hoy quizás lo más escuchado a nivel mundial.
–Antes definía su música como trap, hoy amplía y se ubica dentro del género urbano. ¿Cómo fue ese pasaje?
–El trap siempre va a estar ahí pero es difícil agarrarse a eso todo el rato. Me encanta que me relacionen con el trap. Pero hoy lo urbano engloba varios géneros que están presentes en el álbum: trap, hip hop y más. Así que al decir urbano lo digo más desde el punto de vista del álbum, ya al hablar de algún tema puntual siento que decir género urbano se queda corto y ahí sí puedo ir a géneros más puntuales. Pero el trap siempre ha estado ahí para mí y va a seguir estando.
–Hoy gran parte de los artistas del género urbano que resuenan a nivel mundial son latinos en general, y de Latinoamérica y Argentina en particular. ¿Cuáles son sus referentes?
–Para mí no habría trap y sobre todo el que yo hago sin los referentes de Latinoamérica y de Argentina en concreto. Todos los que me influenciaron para que pase de escribir en inglés a escribir en español son argentinos: Ysy A, Trueno, Duki, y muchos más. No solo hombres y no solo exclusivamente trap: Taichu, La Joaqui, María Becerra. En España los escuchamos mucho y no es que nos queden cortos nuestros propios referentes, hay artistas que admiro muchísimo, pero para el tipo de música urbana que quiero hacer estos artistas que nombre son el norte. Tienen una marca de hablar de lo que uno quiere sin necesidad de pensar tanto en hacerlo canción. Entre todos, Ysy A es el que más escucho, me encantan sus letras, puede ser sucio pero también romántico, tiene un estilo muy marcado.
–El género muchas veces es menospreciado por el uso de autotune y la falta de capacidad de algunos artistas para llevar adelante un show en vivo, sobre todo quienes son lanzados a los escenarios desde muy temprano en sus carreras. Mery, se está perfeccionando en técnica vocal, es también pianista, ¿cómo se para de cara a los shows en vivo?
–Todavía mi público no es tan grande como para sentir la presión de que tengo que ser perfecta y eso lo tomo como algo muy positivo, sentir que todavía soy una artista emergente y estoy en proceso. Es lo que toca ahora: fallar, mejorar. Sería raro que hoy mi show fuera perfecto, con muchas bailarinas, con todo impecable. Estoy en ese camino. Es mucho curro, hay que tener mucha motivación, más con el trabajo físico y vocal, que al final es mental. Se supone que en mi caso, que soy artista, me nutro de la motivación y la vocación, pero a veces puedes sentir que no la tienes tanto.
–Ha compartido en sus redes que en este álbum pudo componer y compartir desde la vulnerabilidad, el dolor, las situaciones difíciles. ¿Podría ampliar eso?
–Al escuchar el álbum se hace evidente que hay un proceso de duelo de haber dejado a mi pareja. Empecé a escribir el álbum antes, cuando yo iba procesando todo eso, de imaginar cómo estaría después de la ruptura. Ya no tenía que ver con él sino con que yo necesitaba centrarme en mi carrera.
Además, antes de conocer a mi pareja, atravesé una depresión. Mi pareja me hizo súper bien y lo amé muchísimo. Pero tenía que hacer cambios en mi vida, muchos: pasar a escribir en español, escribir de amor, algo que nunca había hecho. Escribir lo que me sucedía en ese momento, porque en el álbum anterior había canciones que había escrito con 15 años. Así que este es el primero que escribo desde el presente, con un dolor presente.
Así que el duelo ha marcado la parte más cruda del álbum, pero también hay, como dice la canción Mucha diversión: «Hay mucho sufrimiento pero también mucha diversión». En un punto ya no habla tanto del duelo sino de la sensación que deja: de cuánto has dado, cuánto has perdido, pero que se puede seguir creando viviendo ese momento, sintiendo dolor pero con la motivación de que sabes que vas a estar bien. En mi cabeza se sentía súper desordenado en el momento y dije: “No hay manera mejor de ordenar esto que escribirlo y que quede en un álbum”. Y la verdad que me quitó un peso de encima.
Los artistas y la imagen
–Otra cosa que pasa en general pero que quizás es más evidente en el género urbano en particular es que hay figuras femeninas muy fuertes y con mensajes de empoderamiento pero, al mismo tiempo, se reproducen tanto en contenidos como estéticas los estereotipos de siempre contra los que seguimos luchando. ¿Cuál es su lectura de ese fenómeno?
–Me parece una putada. No tengo otra palabra. No es culpa de las artistas ni del público, pero unos y otros lo llevan porque los demás lo hacen. Es un reflejo de lo que somos en la sociedad. Hay artistas que en ciertos momentos hacen cosas según el público y viceversa. Es como el huevo o la gallina, no es que uno empezó primero. Sí creo que si tienes muchos seguidores tienes como una responsabilidad, pero no culparía a las y los artistas sino a la cabeza de todos en general. Hay que pensar no tanto en no hacerse retoques sino en qué le dices a tus amigas, cómo hablas de cuerpo y del de los demás, cómo le hablas a tu madre. Ahí esta el punto, el por qué de que la gente se haga intervenciones estéticas. No creo que haya que señalar culpas, sino educarnos mejor, aceptarnos. Yo no descarto hacérmelos un día, aunque ojalá pueda saber amarme hasta el fin de mi carrera y que no necesito cambiar nada, y ojalá que el público me acepte así también. También es cierto que si no eres de una manera u otra en ciertos sitios no te escuchan. Cada uno elige cómo luchar eso.
Para mí, hoy, no hay marcha atrás con las intervenciones estéticas, es imposible volver a una sociedad con cero plástico. Es convivir con ello. Ojalá que al menos, ya que nos empezamos a parecer todos por fuera, nos empecemos a fijar más en lo de dentro. Quizás ayuda a eso.

–¿Cómo se lleva con la moda, con crear un estilo propio, recurre a algún estilista?
–Soy mi propia estilista y lo disfruto un montón. Sí que alguna vez he trabajado en algunos videos con más gente y, claro, yo no he vestido a todos pero sí a mí misma. Me encanta maquillarme, probar peinados, la ropa, es algo que me viene incluso de antes de la música. Tengo carpetas en las que imaginaba mi marca de ropa y se llama MM, como este álbum. Me encanta asistir cuando me han invitado a una Fashion Week, ha sido un sueño para mí, porque es el momento perfecto para exagerar aún más, hacer lo que te da la gana, no solo en los videos. Siento que me conozco un montón y por qué me pongo lo que me pongo, aunque me lo tomo muy en serio también, por mi carrera. Pero creo que lo primordial es que se me vea cómoda ahora mismo, ya habrá tiempo de conceptualizar más la imagen.