La residencia des Brolls de Formentera vive desde hace meses una situación de tensión interna marcada por bajas laborales, refuerzos de urgencia y dudas sobre su modelo de gestión. Aunque el Consell ha insistido en que los turnos están cubiertos y la atención garantizada, la presión asistencial y la falta de personal estable han obligado al Govern balear a intervenir con un servicio de acompañamiento técnico. La pregunta es clara: ¿en qué punto está la crisis y qué puede aportar realmente este asesoramiento?
Un centro pequeño con presión creciente
La residencia cuenta actualmente con 18 usuarios y una plantilla compuesta por 14 trabajadoras habituales, a las que se han sumado 7 refuerzos procedentes del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y del centro de día. En total, 22 personas cubren la atención diaria tras un periodo marcado por un número significativo de bajas: cinco de las catorce trabajadoras de plantilla estaban de licencia en noviembre.
Este desequilibrio entre recursos y necesidades llevó al Consell a adoptar medidas inmediatas —como la mejora del sistema de videovigilancia o la revisión de los equipos de seguridad— y a solicitar refuerzos internos para no dejar turnos descubiertos luego de que se escapara un residente, lo que agravó el problema. La situación abrió la puerta a un problema de fondo: la organización del centro necesitaba una revisión estructural.
Por qué interviene el Govern: riesgo para las personas mayores
El martes, durante el pleno del Parlament, la consellera de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, Sandra Fernández, confirmó que el Govern ha activado un servicio de acompañamiento técnico para la residencia. Según explicó, la decisión responde a “la existencia de deficiencias que ponen en riesgo la vida de las personas mayores”, un diagnóstico que elevó la preocupación institucional.
El Govern considera que hay aspectos clave de la gestión que deben corregirse de forma inmediata para garantizar la seguridad y la calidad asistencial. Por ello, ha desplegado un dispositivo de apoyo que incluye: planificación técnica de los turnos de personal a cargo de especialistas; reuniones periódicas para acompañar la gestión diaria, orientación sobre procedimientos internos, vías alternativas para suplir bajas y asegurar continuidad asistencial. Sumado a nuevas visitas técnicas para reforzar el seguimiento.

El Consell matiza: visitas en el marco habitual de cooperación
El Consell de Formentera, consultado por La Voz de Ibiza, matiza que la presencia del Govern forma parte del calendario de visitas que el Ejecutivo balear realiza a todas las residencias desde septiembre. Y añade: cuando un centro acoge a personas derivadas por el Govern, la administración autonómica tiene la obligación de acompañar y reforzar el servicio.
El Consell subraya que la valoración técnica tras la primera visita “fue que la residencia presenta unas instalaciones y una organización adecuadas”, pese a las dificultades recientes, y que precisamente por ello se han puesto en marcha medidas de mejora y apoyo.
Al mismo tiempo, la institución insular recuerda que en noviembre abrió una vía de diálogo con la Fundación de la Dependencia del Govern para estudiar su modelo de gestión y explorar alternativas que puedan mejorar tanto la atención a los usuarios como las condiciones laborales de la plantilla.
Una crisis que se arrastra: bajas, tensión laboral y necesidad de reformas
El comunicado emitido en noviembre por el Consell reconocía un escenario complejo: cinco bajas simultáneas en una plantilla ya limitada y dudas sobre si estos problemas estaban relacionados con la carga física o mental del trabajo. Por eso se pidió a Riesgos Laborales un análisis específico para detectar las causas reales.
En paralelo, se preparan encuentros con sindicatos y se ha convocado el Consell de Participación de la Residencia, donde familias, personal y dirección podrán plantear mejoras y hacer seguimiento de las actuaciones. Sin embargo, desde Unión General de Trabajadores (UGT) han indicado a este medio que no han sido convocados y que solo tiene conocmiento de que se están realizando encuestas a las trabajadoras.
«La residencia no funciona bien desde hace mucho tiempo. Un problemas estructural de falta de personal y de turnos», indicó Jose Ramón Mateos, referente de UGT, quien aseguró que en su momento denunciaron las irregularidades que este martes admitió la Consellera.
¿Qué puede cambiar con el acompañamiento del Govern?
Aunque el Consell insiste en que se trata de una cooperación habitual, la activación de un acompañamiento técnico tan específico indica que la administración autonómica considera que la situación requiere una supervisión estrecha.
Este acompañamiento puede servir para normalizar los turnos y estabilizar la plantilla, reduciendo la dependencia de refuerzos temporales. Además de homologar los procedimientos internos a los estándares autonómicos, prevenir riesgos asistenciales, especialmente en un centro pequeño donde cualquier baja impacta en la atención; detectar fallos estructurales y proponer cambios en el modelo de gestión y dar garantías a las familias, evitando que la residencia entre en una dinámica de deterioro.












