La investigación contra la red de narcotráfico que utilizaba Ibiza como punto de entrada y puerto seguro para mover grandes cantidades de cocaína suma un nuevo capítulo.
A las 6.00 horas de este miércoles, unidades de la Guardia Civil y la Policía Nacional pusieron en marcha la cuarta fase de la operación ‘Manso, Primo, Enroque Bal’, desplegada en varios barrios de Palma —es Rafal, Corea, Virgen de Lluc y La Soledat—, así como en localidades de la Isla como Manacor y Llucmajor.
Por el momento se han producido al menos siete detenciones y se han registrado 16 inmuebles. Según adelantó el diario Última Hora, la operación continúa abierta y no se descartan más arrestos en las próximas horas.
La nueva redada se suma a la practicada el pasado viernes, cuando fueron detenidas 17 personas en distintos puntos de Mallorca: seis en Palma, Muro, Sóller, Marratxí y Llucmajor y otras once en el poblado de Son Banya. Tras pasar a disposición judicial, la jueza de guardia decretó prisión provisional para tres de los implicados.
Tal como avanzara La Voz de Ibiza, el caso estalló el pasado 11 de julio con la detención de Stefan Milojevic y Gonzalo Márquez, considerados los líderes de la trama, además del agente de la Policía Nacional Faustino Nogales y otras doce personas.
Un golpe con origen en Ibiza
En aquella primera intervención, las fuerzas de seguridad incautaron 11,3 kilos de cocaína, 1,4 millones de euros en efectivo, una plantación con 1.000 plantas de marihuana, armas de fuego, vehículos, relojes de lujo y obras de arte.
La organización también estaría relacionada con el cargamento de 675 kilos de cocaína interceptado en Valencia el pasado 9 de julio, que procedía de Ibiza, hecho que precipitó el desmantelamiento de la banda.

dedicada al tráfico de drogas y blanqueo de
capitales que usaba Ibiza como punto de entrada
La organización utilizaba la isla para introducir droga y blanquear capitales mediante sociedades pantalla y movimientos financieros internacionales.
Según la investigación, la red recibía en aguas ibicencas hachís y cocaína transportados desde el norte de África en embarcaciones neumáticas de gran potencia, conocidas como gomas.
El plan incluía un punto de encuentro en el Mediterráneo donde se realizaba el transbordo de la carga a otra embarcación, que posteriormente la trasladaba hasta Ibiza para su almacenamiento. Desde la isla, la droga se enviaba a la Península y al resto del archipiélago balear, con ramificaciones que alcanzaban varios países europeos.
La magnitud del entramado quedó patente en las incautaciones: 675 kilos de cocaína interceptados en el puerto de Valencia el 9 de julio, tras ser recogidos en alta mar y pasar por Ibiza; 200 kilos de hachís incautados en septiembre de 2024 en una embarcación rumbo a Palma; y la vinculación con el transporte de varias toneladas de hachís.
Justamente, el hallazgo de los 675 kilos en el puerto de Valencia provenientes desde Ibiza fue la pieza que completó el puzzle de los investigadores y precipitó la operación llevada a cabo esta semana, un golpe que destapó la trama y sus ramificaciones en toda Europa.













