El propietario del chiringuito Amar, ubicado en playa Mitjorn, Juanjo Costas, que formó parte del mega concurso bajo sospecha de los quioscos de playa de Formentera, sigue acumulando incumplimientos a los pliegos de la concesión.
Según ha podido saber La Voz de Ibiza, a partir de documentación fotográfica, allí se ha montado una especie de tienda, con venta de gorras y sombreros de pescador. Incluso, se ha instalado un espejo para que las personas puedan probarse la indumentaria a la venta.
Sin embargo, este tipo de actividad no se encuentra contemplada en los pliegos de la controversial licitación que está siendo investigada por la UCO de la Guardia Civil.
Según los datos públicos del portal de Contratación, la licitación de los 50 lotes contemplaban la Clasificación CPV (Common Procurement Vocabulary) de “Servicios de gestión de bares; Impresos y productos relacionados; Servicios de escuela de vela; Servicios de playas y Servicios deportivos”.
En el caso de los espacios destinados de quioscos –como el 43 otorgado a Amar previsto para un chiringuito, terraza y baño- el CPV principal era “Servicios de gestión de bares”.

En tal sentido, las actividades permitidas se centran en la prestación de servicios de restauración en la zona de uso y dominio público litoral, destinados a ofrecer comidas y bebidas a los usuarios de las playas.
Sanciones
Entre las obligaciones de los adjudicatarios, establecidos en los pliegos técnicos y administrativos, se encuentra prohibida la “utilización de elementos no propios del objeto de la actividad autorizada” y la “modificación de la actividad autorizada en los términos que regula la Ley 7/2013 de 26 de noviembre, de régimen jurídico de instalación, acceso y ejercicio de actividades en las Islas Baleares”.
El régimen sancionador contemplado allí establece a esto como un “incumplimiento muy grave” con multas que van desde los 1.500,01 a los 3.000 euros.

Faltas grave
Con esta, ya son –al menos- seis las faltas grave que acumula el chiringuito Amar.
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El incumplimiento del desmontaje
Al igual que el resto de los chiringuitos, Amar no desmontó su estructura durante un mes en el invierno, lo que representa un “incumplimiento flagrante del título concesional al no ser elementos desmontables en todos sus elementos y no desmontar los quioscos en el plazo exigido en la concesión”.
Tal como avanzara La Voz de Ibiza, la condición de desmontar se encontraba incluida tanto en los pliegos administrativos y técnicos como en el título concesional a partir de lo establecido en el Reglamento General de Costa.
A partir de las alegaciones presentadas por el Consell Insular de Formentera en marzo de 2023, se había establecido “la obligación anual de desmontar se reduzca al período de un mes entre el 15 de enero y el 15 de febrero de cada año».

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Las estructuras no desmontables de los chiringuitos
También se había alertado que los concesionarios incumplieron con la obligación de instalar estructuras desmontables, tal como establece el Reglamento de Costa. En el artículo 68 se indica que “estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos”.
Entre las pruebas, los denunciantes han presentado una serie de imágenes, declaraciones del portavoz Juanjo Costas en Ràdio Illa y concluyen que “las instalaciones no son desmontables por cuanto tardan 45 días para ser montadas y los mismos para ser desmontadas”.
“Se trata de construcciones de madera construidas tablón a tablón, mayoritariamente. Es por ello que han tardado en montar prácticamente todos los quioscos 45 días. Incluso hay dos quioscos que tienen más de una planta”, apuntaron.

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Falta del acta de reconocimiento previo
En ninguno de los quioscos de playa “se ha levantado el acta de reconocimiento previo de las obras, lo que supone un incumplimiento del título concesional y una causa de caducidad de la concesión”.
De esta forma, los chiringuitos han funcionado durante toda la temporada pasada sin contar con la preceptiva acta de replanteo, un documento técnico que certifica la correcta ubicación y construcción de las infraestructuras en el Dominio Público Marítimo-Terrestre (DPMT), el cual consta de un acta inicial al comienzo del montaje y una final, a modo de evaluación de las instalaciones.
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Invasión del dominio público no otorgado
El chiringuito Amar ha sido denunciado por la “instalación de tubería de saneamiento de aproximadamente 270 metros lineales bajo la pasarela para dar servicio al quiosco situado en playa Mitjorn”.
Asimismo, los concesionarios perjudicados por el concurso bajo sospecha detallan que “se observan movimientos de arena, rotura de dunas, alteración de las pasarelas instaladas y la existencia de varios vertidos en la arena”.

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Vertidos de aguas residuales
En un documento presentado por los antiguos concesionarios en el que solicitan la extinción de la concesión respecto de los ocho quioscos, terraza y baños autorizados” por una serie de irregularidades, también se denuncia al quiosco Amar por “vertidos no autorizados”, al igual que a Briss y Bartolo.

¿Rescisión?
Los pliegos establecen que, al alcanzar las tres infracciones muy graves, se le debería aplicar la rescisión del contrato al propietario de la concesión.
Sin embargo, a pesar de las flagrantes irregularidades denunciadas en el último año, el Consell no ha abierto investigación alguna. Apenas ha aplicado una multa mínima de 1.500,01 euros por la insumisión de no llevar adelante el desmontaje de los quioscos de playa entre el 15 de enero y el 15 de febrero.
Esta propuesta había salido de la boca de los propios chiringuitos: es la misma sanción que habían pedido el 17 de octubre pasado en una reunión con el director insular de Litoral.
La multa es una ganga, ya que los propios chiringuitos indicaron que el coste de cumplir la obligación de desmontar y montar de nuevo ascendería a 50.000 euros.
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