El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha advertido que la creciente presión migratoria en Baleares está obligando a destinar parte de los efectivos de la Policía Nacional a la recepción y tramitación de migrantes llegados en patera, en detrimento de la atención a la ciudadanía.
En un comunicado, el sindicato ha instado al delegado del Gobierno en las islas, Alfonso Rodríguez, a reclamar al Ministerio del Interior más medios humanos y materiales. Según denuncia, los residentes en el archipiélago «se ven privados de un servicio de calidad» porque los agentes deben dedicar gran parte de su jornada a tareas relacionadas con la llegada de migrantes.
El SUP reclama además que se reconozca la consolidación de la ruta migratoria entre Argelia y Baleares y que el Gobierno pida apoyo a Frontex, con personal especializado en flujos migratorios. Su sola presencia, asegura, «serviría de elemento disuasorio» frente a las mafias que operan en el Mediterráneo occidental.
Los representantes sindicales lamentan que, pese a las dificultades, el Ejecutivo no ha tenido «ni un pequeño guiño» con los agentes, como podría ser un plus de insularidad «digno».
Situación en las islas
El sindicato recuerda que en lo que va de año han llegado más de 4.000 migrantes a Baleares.
En Ibiza y Formentera, los migrantes son atendidos en una carpa en el puerto de la isla mayor, «a pleno sol», lo que pone en riesgo tanto la salud de los recién llegados como la seguridad de los agentes que deben identificarlos y tramitar sus expedientes «en tiempo récord».
El SUP subraya además el contraste entre «el turismo de lujo» y el «drama de los migrantes», dado que los cruceristas desembarcan justo frente a estas instalaciones improvisadas.
Nota de prensa oficial sobre la nueva oleada de pateras llegadas a Baleares pic.twitter.com/fOTmwUXkPq
— SUP Baleares (@SUPBaleares) August 20, 2025
En Mallorca, aunque existe un Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE), los recursos policiales son «muy limitados» y la carga de trabajo genera turnos forzosos en días de descanso.
En Ibiza, por el contrario, no hay CATE, y el sindicato insiste en que debería habilitarse uno en el antiguo acuartelamiento militar de Sa Coma.
El SUP concluye que la situación actual no puede seguir tratándose como un fenómeno «puntual», porque la ruta está consolidada y Baleares necesita refuerzos inmediatos para evitar que la población local quede desatendida en materia de seguridad.