La SD Ibiza sigue ganando solidez y confianza en un Municipal de Sant Rafel que se está convirtiendo en territorio favorable para el unocerismo. El equipo dirigido por Raúl Casañ se impuso por 1-0 al Girona B en un encuentro muy disputado, correspondiente a la jornada 12 del Grupo 3 de Segunda RFEF, y encadena su mejor racha de la temporada con tres victorias en los últimos cuatro compromisos.
El once rojillo presentó novedades en el lateral izquierdo con la entrada de Andrada por el sancionado Adrián, mientras que Jaume Villar alternó entre la zaga y el mediocampo según las fases de posesión. El duelo arrancó con intensidad y avisos en ambas áreas, como el remate de Antonio Moreno en el primer minuto que fue desviado por la defensa gerundense. El filial catalán, algo impreciso en los primeros compases, acabó asentándose y generó peligro con un libre directo de Juan Arango y una llegada de Nil Caldero que exigieron la intervención de Frías y la atención de la zaga ibicenca.
La SD Ibiza respondió con un disparo lejano de Álex Sánchez que rozó el palo, y pese a la alternancia en el dominio, las defensas se impusieron en un tramo final del primer acto marcado por la falta de control y las transiciones rápidas. Bourdal estuvo providencial para cortar un balón franco en el área pequeña antes de que el encuentro se marchara al descanso sin goles.
Tras el paso por vestuarios, Casañ introdujo a Marcos y Lorenzo Busi para revitalizar el ataque, y el movimiento resultó clave. En una de sus primeras intervenciones, Marcos colgó un balón al área que derivó en una acción revisada por el colegiado: Villar recibió un golpe en la cara dentro del área y el árbitro señaló penalti. El propio Marcos convirtió la pena máxima con aplomo para poner el 1-0 y desatar la celebración en Sant Rafel.
La SD Ibiza mantuvo su impulso y estuvo cerca de ampliar la ventaja con una ocasión muy clara de Gilbert, cuyo mano a mano fue resuelto por el guardameta Sergi Puig. Con Bernal imponiendo orden en la medular y Riquelme aportando claridad, el conjunto pitiuso gestionó el ritmo del partido ante un Girona B que no encontraba vías para activar a Garrido ni a un apagado Arango.
En el tramo final, los locales reforzaron su estructura defensiva con la entrada de Joan Prado, mientras que el filial catalán buscó más presencia ofensiva con Arenzana. Incluso así, la ocasión más peligrosa volvió a ser ibicenca: Marcos rozó el segundo con una volea que se marchó cerca de la escuadra en el minuto 87. El tiempo añadido transcurrió sin sobresaltos y la SD Ibiza certificó un triunfo que consolida su recuperación y la acerca a los puestos de permanencia con 14 puntos.
El Municipal de Sant Rafel vuelve a ser sinónimo de seguridad para un equipo que ha encontrado en el orden defensivo y en la eficacia mínima una fórmula fiable para escalar posiciones.












