El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha confirmado la condena a cuatro años de cárcel para el patrón de una patera que quedó a la deriva rumbo a las Pitiusas en mayo de 2024 con siete migrantes más a bordo, entre ellos dos menores. La Sala de lo Civil y Penal ha desestimado el recurso de la defensa, que solicitaba la absolución o, en su defecto, una rebaja de la pena a tres meses.
La embarcación, de cinco metros de eslora, partió desde las costas de Argelia la madrugada del 26 de mayo del año pasado. Tras más de 25 horas de travesía, la falta de combustible dejó al grupo sin posibilidad de avanzar, en plena deriva y sin alimentos ni agua, hasta que Salvamento Marítimo localizó la embarcación cerca de las costas de Ibiza.
El acusado, en prisión desde mayo de 2024
El condenado, de nacionalidad argelina, lleva en prisión preventiva desde el 29 de mayo de 2024, según recoge la sentencia del alto tribunal balear. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ya le impuso esta pena en primera instancia, al considerarlo responsable de un delito de favorecimiento de la inmigración irregular en su modalidad agravada.
El TSJIB considera probado que la vida de los migrantes estuvo en peligro, dado el estado de abandono en el que quedaron tras el fallo del motor y la ausencia de víveres a bordo. «Es obvio que se pusieron en riesgo la vida y la integridad de los ocupantes», señala el fallo ratificado.
Vínculos con una red migratoria
La resolución judicial apunta a que el viaje fue organizado por personas no identificadas, en connivencia con el acusado, aunque no se ha podido acreditar que este recibiera compensación económica por asumir la responsabilidad de la travesía.
Durante el juicio, un testigo —uno de los siete migrantes que viajaban en la patera— aseguró que el patrón acostumbraba a realizar viajes desde Argelia a Europa, pero que en esta ocasión no planeaba regresar, debido a que tenía una causa judicial pendiente en su país. Por ese motivo, llevó consigo a su mujer y a sus dos hijos.
El testimonio fue clave en la condena
La defensa argumentó en su recurso que el testimonio del testigo no era fiable, y que este podría haber actuado con “móviles espurios”. Además, presentó fotografías en las que aparecía otra persona dirigiendo la embarcación. Sin embargo, el tribunal considera que existen suficientes indicios que respaldan la veracidad del relato del testigo.
Entre las pruebas, se destaca una herida en el dedo del acusado, compatible con labores de repostaje de combustible durante la travesía, así como el hecho de que era el único ocupante con experiencia en viajes previos, ya que había sido detenido tres veces anteriormente por intentar entrar en España de forma irregular, una de ellas en Alicante.
El tribunal avala la pena agravada
El TSJIB ha descartado aplicar el tipo penal básico —que podría haber supuesto una condena de apenas tres meses de prisión— y mantiene el subtipo agravado, dado que se puso en riesgo evidente la vida de los migrantes. La condena, por tanto, queda firme, sin posibilidad de nuevos recursos ordinarios en el ámbito judicial balear.
El caso se suma a otras resoluciones recientes en las que los tribunales han endurecido su postura ante travesías migratorias que ponen en peligro la integridad física de quienes intentan alcanzar las costas españolas en pateras precarias y mal equipadas.