La naviera Trasmed, perteneciente al Grupo Grimaldi, ha expresado su rechazo a las restricciones a la entrada de vehículos en las Islas Baleares. La compañía considera que las limitaciones no reducirán la saturación del tráfico y que el diagnóstico sobre las causas del problema es “equivocado”. Así, se ha sumado a las críticas que ya había lanzado Baleària contra esta medida.
Durante una mesa redonda celebrada en el CaixaForum de Palma, el director de Relaciones Institucionales de Grimaldi en España y delegado de Trasmed en Baleares, Miguel Pardo, aseguró que los coches que llegan por ferry representan menos del 3% del parque móvil de las islas y que, además, esa cifra ha disminuido en los últimos años.
“Restringir el acceso de vehículos es una respuesta populista a un problema complejo”, afirmó Pardo. “Si solo se actúa sobre ese 3%, el impacto será mínimo”.
El portavoz advirtió que el número de automóviles en circulación en Baleares sigue creciendo “a un ritmo desbocado”, lo que demuestra, en su opinión, que el origen del colapso no está en los ferris. “El diagnóstico es erróneo y el tratamiento no curará al paciente”, resumió, alertando de que sin planificación ni alternativas reales de movilidad sostenible “la situación empeorará el próximo año”.
Baleària ya había advertido de los riesgos
Las declaraciones de Trasmed se producen después de que Baleària haya calificado la normativa del Consell de Ibiza como una “chapuza jurídica con efectos devastadores” y haya decidido recurrirla ante los tribunales. La naviera con sede en Dénia lleva meses denunciando que las restricciones se han aprobado sin consenso y que pueden afectar de forma grave a la conectividad marítima y a la economía local.
Con las nuevas manifestaciones de Trasmed, el rechazo del sector marítimo a las limitaciones se consolida. Ambas empresas coinciden en que el transporte por ferry tiene un peso marginal en el volumen total de vehículos del archipiélago y que las medidas no atacan las causas estructurales de la congestión.
Reclamo de diálogo y planificación
Trasmed lamentó que la normativa se haya diseñado “sin hablar con las navieras” y pidió abrir un diálogo técnico entre administraciones y operadores. En el caso de Ibiza, donde ya se aplican limitaciones, Pardo pidió que la norma “no se consolide”, advirtiendo de su impacto potencial en los precios del transporte de mercancías y pasaje.
La compañía recordó que los problemas de tráfico se extienden durante todo el año y no solo en verano, lo que evidencia un fallo estructural del modelo de movilidad. Baleares, recordó Pardo, es la comunidad con mayor número de vehículos por habitante del país, lo que refleja “un sistema que no funciona”.
“Proteger el entorno sin castigar la conectividad”
El representante de Trasmed insistió en la necesidad de abordar la movilidad “con datos, planificación y consenso”. A su juicio, proteger el entorno es imprescindible, pero debe hacerse “sin castigar la conectividad ni la economía” de las islas.
La naviera recalcó que el transporte marítimo es esencial para el suministro y la actividad económica balear, y pidió que cualquier nuevo modelo tenga en cuenta tanto las necesidades de los residentes como la competitividad turística y logística del archipiélago.












