El abandono de un cordero recién nacido en un contenedor de basura en Santa Gertrudis ha desatado una oleada de indignación y solidaridad en Ibiza. El animal, que presenta malformaciones en la cabeza y el hocico, fue encontrado por una vecina, quien no dudó en pedir ayuda a través de las redes sociales.
La historia ha tenido un giro esperanzador: el cordero ha sido adoptado por una familia con experiencia en el cuidado de animales con discapacidades.
Un rescate inesperado
Todo ocurrió cuando una residente de la isla escuchó un sonido lastimero que, en un primer momento, confundió con el maullido de un gato atrapado en un contenedor. Sin embargo, al revisar entre las bolsas de basura, descubrió que el origen del llanto era un cordero, recién nacido y con evidentes malformaciones. Sin pensarlo dos veces, lo rescató y lo llevó a su casa, donde le proporcionó alimento y calor mientras buscaba ayuda.
El animal llegó cubierto de suciedad y con un estado de salud incierto. Sin embargo, tras recibir un baño tibio y alimentación con biberón, comenzó a recuperarse. «Al principio estaba débil y tenía la lana llena de polvo, pero en poco tiempo su color cambió y comenzó a reaccionar», explicó su rescatadora en un mensaje publicado en redes sociales.
Solidaridad y una nueva oportunidad
El caso del cordero generó una gran movilización en redes, con decenas de personas ofreciendo ayuda, desde donaciones para su tratamiento veterinario hasta la búsqueda de un hogar definitivo. Entre quienes prestaron apoyo estuvo la asociación de rescate animal Can Hog, que se hizo eco del caso y ayudó en la búsqueda de una familia que pudiera hacerse cargo del animal a largo plazo.
Finalmente, la rescatadora del cordero logró contactar con una pareja especializada en el cuidado de animales con discapacidades. «Viven en un terreno grande, con instalaciones adecuadas, y se enamoraron del pequeño en cuanto lo vieron», explicó en una publicación. «Estoy feliz de compartir que ha encontrado un hogar donde será amado y cuidado como merece».
Un final esperanzador
Aunque su estado de salud sigue siendo delicado, el corderito ya ha sido examinado por un veterinario y está recibiendo la atención necesaria. Su nueva familia confía en que, con los cuidados adecuados, pueda salir adelante y disfrutar de una vida digna.
El caso ha despertado una profunda reflexión en la comunidad sobre el maltrato y el abandono animal, pero también ha demostrado el poder de la solidaridad. Lo que comenzó como una historia desgarradora ha tenido un desenlace esperanzador, gracias a la rápida acción de personas comprometidas con el bienestar animal en Ibiza.