ALERTA EN EL AIRE

Un dron en Palma destapa la falta de medios para vigilar los cielos de Ibiza y el resto de Baleares

El incidente en el aeropuerto de Palma obligó a detener la operativa durante 35 minutos y evidenció la carencia de recursos para controlar el uso de drones. Solo cuatro agentes del Equipo Pegaso de la Guardia Civil se encargan de la vigilancia aérea de todo el archipiélago, incluidos los aeropuertos de Ibiza, Menorca y Son Bonet.

Equipo Pegaso de la Guardia Civil

El vuelo de un dron sobre el aeropuerto de Palma, que obligó a suspender la operativa durante 35 minutos, evidenció la falta de recursos para controlar el espacio aéreo en las Islas. El Equipo Pegaso de la Guardia Civil cuenta únicamente con cuatro agentes para todo el archipiélago, incluidos los aeropuertos de Palma, Ibiza, Menorca y Son Bonet.

El incidente, registrado el pasado domingo 19 de octubre, obligó a detener las operaciones aéreas durante más de media hora y generó importantes alteraciones en el tráfico aeroportuario. Ocho vuelos fueron desviados a otros aeródromos y, a lo largo de la tarde, se contabilizaron trece desvíos y 22 retrasos, algunos superiores a una hora.

Dificultades para identificar al responsable

El piloto del dron que provocó la suspensión de la operativa se enfrenta a sanciones de entre 90.000 y 225.000 euros, ya que volar una aeronave no tripulada a menos de ocho kilómetros de un aeropuerto sin autorización constituye una infracción grave. No obstante, fuentes del caso reconocen que las posibilidades de localizar al responsable son mínimas, según publica Mallorca Diario.

La investigación está siendo desarrollada por el Equipo Pegaso, unidad especializada en la vigilancia y control de aeronaves no tripuladas y en la seguridad operacional. Sin embargo, los agentes carecen de medios técnicos avanzados de detección y neutralización, lo que dificulta el seguimiento y la identificación de los operadores.

Recursos escasos y carga de trabajo creciente

El Equipo Pegaso —acrónimo de Policía Especialista en Gestión Aeronáutica y de Seguridad Operacional— nació con la finalidad de regular y controlar el uso civil de drones para prevenir incidentes que comprometan la seguridad aérea. En Baleares, su dotación actual de cuatro efectivos resulta claramente insuficiente para atender las necesidades de un territorio que concentra cuatro aeropuertos y miles de operaciones semanales, entre ellas las del aeropuerto de Ibiza.

Fuentes del instituto armado admiten que el equipo se encuentra desbordado y trabaja de manera reactiva más que preventiva. La falta de personal y de equipamiento especializado impide ejercer un control continuo sobre un espacio aéreo cada vez más complejo.

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Equipo Pegaso.

Crecimiento sostenido del uso de drones

El fenómeno de las aeronaves no tripuladas continúa en expansión. Según datos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), España cerró 2024 con más de 119.000 operadores de drones registrados, un 27 % más que el año anterior. En Baleares, el número de pilotos ascendía entonces a 3.076, lo que representa el 2,5 % del total nacional.

Los equipos Pegaso comenzaron a implantarse en 2020 con 54 unidades en todo el país. En el archipiélago balear, la unidad se puso en marcha con dos agentes, cifra que más tarde se amplió a cuatro, sin que los recursos materiales hayan crecido en proporción al aumento del uso recreativo y profesional de drones.

En este contexto, el archipiélago balear registra más de 243.000 vuelos anuales, lo que exige una vigilancia constante del espacio aéreo. Los aeropuertos de Palma, Ibiza, Menorca y Son Bonet concentran un elevado volumen de operaciones tanto comerciales como privadas.

Fuentes de la Guardia Civil señalan que el reducido número de agentes y la ausencia de medios tecnológicos especializados limitan la capacidad de actuación inmediata ante incidentes relacionados con aeronaves no tripuladas.

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