El Gobierno central, mediante el SEPES, Entidad Pública Empresarial de Suelo dependiente del Ministerio de Vivienda, ha cometido un error imperdonable que mantiene paralizada la urbanización del solar donde se proyectan las 532 viviendas públicas en la zona de Ca n’Escandell, en el municipio de Ibiza.
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El imperdonable error del Gobierno que está detrás de la paralización de 500 pisos públicos de Ibiza
La tramitación de la licitación para los trabajos en el solar de 17,3 hectáreas ha obviado cualquier actuación para la protección de restos arqueológicos. Y, ante la aparición de indicios de evidencias de este tipo, la empresa constructora ASCH Infraestructuras y Servicios ha decidido detener las maquinarias, a pesar de que el SEPES sostiene que no ha autorizado ninguna paralización.
El Consell Insular de Ibiza, a través de la CIOTUPHA, había aprobado el Plan de Actuación para el seguimiento arqueológico en la promoción de viviendas públicas de Ca n’Escandell, que elaboró la empresa.
En tal sentido, informaron que el SEPES «envió un informe preliminar de los inicios de las excavaciones con algunos indicios de restos, por lo que han de seguir con lo previsto en el plan de actuación aprobado, han de seguir con las excavaciones tal como marca este plan e informar de los restos hallados para su valoración por los técnicos de Patrimonio».
Ahora corresponde al SEPES definir cómo continuar: modificar el contrato original destinando mayores fondos para las actuaciones arqueológicas o convocar una nueva licitación para realizar tales trabajos. Tanto un plan como el otro mantendrá las obras de urbanización paralizadas durante muchos meses. Quizá hasta varios años.
¿Cuánto podría costar?
Según estimaciones de arqueólogos consultados por La Voz de Ibiza, estos trabajos podrían costar más de 4 millones de euros teniendo en cuenta la extensión del solar.
Esta cifra coincide con una proyección elaborada a partir de los trabajos que se han realizado en el terreno colindante a Ca n’Escandell, donde se ha iniciado la construcción de un nuevo campo de fútbol y rugby de Es Putxet promovido por el Ayuntamiento de Ibiza.
Allí, el Ayuntamiento ha realizado una licitación previa las «Obras para la excavación arqueológica”, con un presupuesto base de 408.689,51 euros, en una superficie de 15.000 metros cuadrados y con un plazo de ejecución de 5 meses. Eso fue adjudicado a la empresa Cyros Construcción Sostenible, S.L.
Si se calcula el valor del metro cuadrado para tales trabajos arqueológicos, arroja unos 27,24 euros para “Obras de excavación en yacimientos arqueológicos” y “Trabajos de excavación y movimiento de tierras”.
Esa cifra proyectada a la extensión de la parcela de Ca n’Escandell estima una operación de 4,6 millones de euros sobre un total de 170.000 metros cuadrados.
A pesar que estos trabajos arqueológicos no se hacen en la totalidad de los terrenos, este ejemplo sirve como referencia para entender el importe que SEPES intentó escatimar y que ahora han provocado una paralización que promete complicar todavía más un proyecto esperado desde hace décadas y cuyo final no se atisba ante todo lo que aún falta para que entren a vivir las primeras familias.
Un lío económico
La empresa ASCH Infraestructuras y Servicios ha ganado la licitación por un importe casi temerario, mucho menor al presupuestado por el Estado: 9,8 millones contra un presupuesto de 14,1 millones. Este importe se encontraba prácticamente en el límite del establecido como “Valor Anormal o Desproporcionado”, fijado en 9.4 millones de euros.
Independientemente de este hecho, el problema de ahora es económico. El hallazgo de los restos arqueológicos obliga al SEPES a poner más dinero sobre la mesa, ya que la licitación no contemplaba estos trabajos.
Sorprendentemente, el Gobierno central no previó ninguna partida presupuestaria para tales actuaciones, a pesar que el PGOU de Ibiza y la Ley de Patrimonio Histórico de las Islas Baleares establecen que en zonas con potencial arqueológico se deben aplicar medidas de protección previas.
La empresa se limitó a presentar el plan.
Esto implica que cualquier obra que contemple movimientos de tierra requiere una intervención arqueológica preventiva, es decir, debe ser supervisada por un arqueólogo. Así se ha hecho, por caso, en la construcción del nuevo campo de fútbol y rugby de Es Putxet, que se encuentra colindante al proyecto de viviendas públicas.
Por sorprendente que parezca, el SEPES no tuvo en cuenta este hecho de sobras conocido por los antecedentes generales de Ibiza, municipio en el que la aparición de restos arqueológicos es norma y no excepción.
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