Dos hombres acusados de vender miel contaminada en Ibiza han aceptado este lunes una condena de tres meses de prisión tras reconocer su implicación en un delito contra la salud pública, durante una vista celebrada en la Audiencia Provincial de Baleares. Los condenados, que en un principio se enfrentaban a 14 años de cárcel, evitarán el ingreso en prisión siempre que no reincidan durante los próximos dos años.
Entre septiembre de 2018 y mayo de 2020, los acusados comercializaron productos apícolas en Ibiza que contenían cantidades de insecticidas superiores a los niveles permitidos por la normativa sanitaria. Las sustancias detectadas —Acrinathrinen, Coumaphos, Chlofenviphos y Taufluvalinate— son compuestos tóxicos que, en altas concentraciones, convierten a los alimentos en impropios para el consumo humano, como informó la acusación pública.
La venta se realizaba en frascos de miel que incluían un trozo de panal de cera, detalle que resultó clave para la defensa. Según alegaron los abogados de los procesados, la miel no estaba contaminada, pero la cera presentaba niveles peligrosos de residuos químicos.
«La miel era apta para el consumo, lo que estaba contaminado era la cera del panal», insistió el letrado de los acusados al término de la vista.
Una condena notablemente rebajada
La condena finalmente pactada supone una reducción drástica respecto a la pena inicial solicitada por la Fiscalía, que ascendía a 14 años de prisión por un delito contra la salud pública. Esta rebaja se justifica en la calificación del hecho como imprudencia grave y en la aceptación de los hechos por parte de los acusados, lo que evitó la celebración de un juicio con vista oral.
Según recoge la resolución judicial, si en el plazo de dos años los condenados no vuelven a delinquir, no deberán ingresar en prisión. En caso contrario, tendrán que cumplir la totalidad de la pena impuesta.
La comercialización de productos alimentarios con sustancias prohibidas constituye una infracción grave a la legislación de seguridad alimentaria, especialmente sensible en zonas de alto flujo turístico como Ibiza. Desde el punto de vista penal, los delitos contra la salud pública, aunque sean cometidos de manera imprudente, tienen un fuerte reproche social y jurídico.
La venta de miel contaminada ha puesto de relieve la necesidad de extremar los controles sanitarios en la producción y comercialización de productos locales, tal como han reclamado en otras ocasiones asociaciones de consumidores de Baleares.
