La Mesa del Turismo ha advertido del riesgo para la conectividad aérea de Baleares debido a la «morosidad del Gobierno» en el pago de las subvenciones a las aerolíneas por el descuento del 75% para residentes. Actualmente, la deuda con las compañías asciende a 810 millones de euros, una cifra que podría aumentar hasta los 1.500 millones debido a la falta de dotación en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) prorrogados.
Este impago, que también afecta a Ceuta, Melilla y Canarias, supone una asfixia económica para las aerolíneas, que advierten de posibles recortes de rutas y frecuencias si el Ejecutivo no regulariza los pagos.
Un problema estructural que pone en jaque el turismo
El presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas, ha alertado de que si el Gobierno sigue sin hacer frente a los pagos, la conectividad de Baleares y Canarias se verá gravemente afectada, lo que impactará directamente en el sector turístico, principal motor económico del archipiélago.
“El retraso en los pagos puede provocar un recorte sustancial en la oferta de plazas aéreas, lo que supondría un golpe para el turismo y la economía de las islas», ha señalado Molas.
La situación ha generado gran preocupación entre los empresarios y operadores turísticos, que ven peligrar la llegada de visitantes y la movilidad de los residentes.
El Gobierno minimiza el problema
Por su parte, el Ministerio de Transportes ha asegurado que el impago real asciende a 300 millones de euros y que se trata de un «problema administrativo puntual». Según el Ejecutivo, las bonificaciones para los residentes están garantizadas y los pagos se efectuarán conforme se completen los trámites administrativos.
Sin embargo, las aerolíneas y el sector turístico exigen mayor agilidad y certidumbre, alertando de que la incertidumbre en los pagos podría derivar en la cancelación de rutas y en un encarecimiento de los billetes para los pasajeros que no se benefician del descuento.
Preocupación en Baleares: sin alternativa al avión
En un territorio donde el avión es la principal vía de conexión con la península, la posibilidad de perder frecuencias o rutas genera inquietud entre los residentes y el sector turístico.
“Si no se soluciona, la conectividad con Baleares quedará en manos de menos operadores, con menos vuelos y precios más altos”, advierten desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Con la temporada alta a la vuelta de la esquina, el sector turístico de Baleares espera que el Gobierno desbloquee la situación cuanto antes para evitar graves perjuicios económicos.
