Marga Guasch (Eivissa, 1968) es restauradora, historiadora de arte y conservadora de patrimonio; pero principalmente una apasionada por su Isla natal, sus paisajes, su cultura, y por la pintura. Pinta desde pequeña. Sin embargo, lo hacía solo en privado. Fue la pandemia la que le hizo pasar a exponer sus obras en espacios públicos, es decir: el camino inverso al que hicieron tantas personas durante aquella época difícil.
“Lo hacía como una forma de divertirme, de canalizar la pasión que siento por el arte. En la pandemia, unos amigos, dueños de un restaurante, me propusieron exponer. Cada mes hacían una exposición de un artista diferente. Con el covid, se les cayeron todos y estaban preocupados, porque tenían el restaurante abierto y ninguna exposición. Me animaron a hacerlo. Yo no lo había pensado nunca y al principio dudé, pero finalmente les dije que sí”, cuenta en esta entrevista con La Voz de Ibiza.
Claramente, sus pinturas de colores vivos, de arte abstracto, gustaron, y una cosa llevó a la otra. Ella lo llama “suerte”, o “destino”: “Fue una suerte porque de esa exposición salió otra, y otra, y en otro sitio, y la verdad es que he tenido mucha suerte. He podido entrar en grupos de arte de aquí de Ibiza y de Baleares, y estamos exponiendo dos o tres cuadros al mes. Fue casualidad, no fue nada buscado, yo hubiera seguido así siempre, fue un poco el destino”.
Marga Guasch, en la muestra ‘8+1, Dones a l’Índia’, en el Club Náutico Ibiza
Tres de sus cuadros se pueden disfrutar hasta el 29 de abril en la muestra ‘8+1, Dones a l’Índia’, en el Club Náutico Ibiza. La exposición se hace en colaboración con la Fundación Vicente Ferrer (FVF), que hace trabajo social en el sur indio.
Guasch y ocho artistas ibicencas más tuvieron la oportunidad de realizar una residencia artística en la sede de la Fundación en Anantapur, junto a un grupo mayor de artistas baleares, coordinados por la Associació d’amics de l’Art Contemporani de les Illes Balears (Artambb) y gracias a la colaboración de entidades como la Fundació Baleària y el Club Náutico de Ibiza.
La muestra está comisariada por Joana María Adillón y Antoni Torres Martorell, y pasará por varias localidades de España.
“Esta es la quinta edición del proyecto. Fue una cosa increíble. No creo que pueda vivir una experiencia así otra vez, porque fue una vivencia magnífica de convivencia, sobre todo con mis compañeros artistas y en un sitio en que todo te impacta tanto. Fue interesante conocer toda la labor social de la Fundación de cerca. Algo sabía de su trabajo, porque tuve una niña apadrinada muchos años, hasta su mayoría de edad. Yo guardo todas sus cartas y, sin esperarlo, me dieron la gran sorpresa de que ella viniera a visitarnos. Ahora tiene 23 años, está casada y tiene dos hijos. Fue hermoso poder conocerla ya mayor, ya adulta”, relata, sobre la experiencia única de vivir una residencia artística tal.
Allí conocieron una escuela en construcción (séptima de la FVF), con la que los artistas colaborarán con la venta solidaria de serigrafías que realizaron. También hicieron algunos murales y, en el caso de la pintora ibicenca, una pieza en un lienzo de dos metros por dos metros, que hoy cuelga en el despacho de Visha Ferrer, esposa de Moncho Ferrer, hijo del fundador de la fundación.
Visha es la directora del Programa de Igualdad de Género. Guasch destaca, entre la hermosa experiencia de conocer a los trabajadores y las familias involucradas con la escuela, lo potente de interiorizarse de la labor que hacen las mujeres allá con los más desfavorecidos.
En suma, las mujeres indias y sus paisajes inspiraron las obras de Marga en ‘8+1, Dones a l’Índia’.
La artista describe: “Me impactó mucho el paisaje de Anantapur, con su cielo, con esos verdes, con las cañas de azúcar y los campos de arroz, y las mujeres allí, trabajando. Las mujeres son las que están en el campo, vestidas con esos saris de colores y con dorado. Mis piezas son un homenaje a ellas y esos campos en los que pasan todo el día acompañadas de sus hijos”.
La exposición ‘Mujer’ en Sant Antoni
Otra muestra de la que la artista que emergió en el covid ha sido parte este marzo de ‘Mujer’, organizada por artistas de la Associació Multiart d’Eivissa (Amae), en la sala de Far de Ses Coves Blanques, en Sant Antoni. Claro está, organizada en el marco del Mes Internacional de la Mujer. Todavía quedan algunos días para visitarla, hasta este viernes 29.
Allí también la artista expone tres pinturas, tres obras de gran formato. La primera está inspirada “en que la mujer todo lo envuelve como una atmósfera, un ambiente, donde hay una mujer, donde hay varias mujeres, se respira un aire diferente”.
La segunda “tiene una forma un poco de ola, de ola de mar, e intenta simbolizar la fuerza femenina”.
Finalmente, la tercera está inspirada en una cueva, una gruta “con estalagmitas, es muy matérica también, con muchos dorados y bronces y simboliza la protección de la mujer, la protección innata que sentimos hacia los demás”.
Una artista del Mediterráneo
Marga Guasch ha estudiado restauración de pintura y mueble antiguo en ERA Barcelona (2005); tasación y expertización de pintura y mueble en el CENP de Barcelona (2006); Historia del Arte por la UNED (2015); y, seguidamente, un Máster en Conservación de Patrimonio Histórico por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (2019).
“Estudié todo eso por mi amor a la pintura y luego me he atrevido a hacer mis propias obras pictóricas, ha sido un camino como de dar vueltas alrededor. Primero estudiar la teoría, la historia, los materiales, las técnicas y, al final, mis propias obras. Ha sido como revolotear un poco. Pintar todavía me da mucho respeto, pero… Y el presentar tu obra, que otros la vean, es como mostrar tu alma. Tú has eternizado un momento que has vivido allí. Un momento me refiero a lo mejor un mes o una semana, lo que haya durado pintar la obra, pero has eternizado eso y lo estás mostrando a todo el mundo. Es duro a veces. Ahí estoy desnuda, en cierta forma, para que la gente vea”, reflexiona.
La charla vira a la pintura de Joaquín Sorolla. Las obras de Guasch son abstractas, pero en algún punto dialogan con las de él. Consultada por ese gran impresionista, dice: “Por supuesto, esos grandes maestros de la luz y los colores mediterráneos son mis referentes desde jovencita. Yo también uso colores mediterráneos. No pinto colores de Madrid, por ejemplo, ¿no? El blanco, el negro, el gris y el ocre no son mis colores. Mi obra se entiende más en el Mediterráneo”.
El arte ibicenco
Tanto como artista como por su trabajo en conservadora de patrimonio, cabe preguntarle por el balance que hace del lugar que tiene el arte local en Ibiza. La artista aplaude iniciativas como las mencionadas Artambb, Amae o IbizaArtGuide.
“En Ibiza y en las Baleares por extensión, hay muchos artistas. Yo creo que la isla lleva un poco a eso, la energía que desprende, la luz. Y curiosamente, hay muy pocos sitios para exponer”, señala primero.
Sin embargo, marca: “No hay galerías, no hay galerías de arte como puede haber, como ha habido antaño, que había galerías de arte y prestigiosas. Abre una galería de arte y a los seis meses cierra. La Isla no está enfocada a esto. Entonces, tenemos suerte de que los ayuntamientos disponen de salas de exposiciones que nos ceden a los artistas, y tanto colectivamente como individualmente podemos exponer. Pero si no fuera por eso y cada vez más hoteles y restaurantes, pues no podríamos exponer. Ahora, desde hace dos años, el Consell Insular, ha organizado una Feria Internacional de Arte Contemporáneo en julio, pero claro, son artistas foráneos, no son de la isla. De cualquier forma, está muy bien organizada y yo he asistido cada año y creo que es un primer paso también para que algún día se pueda hacer algo así con los artistas locales”.
Finalmente, Guasch destaca el “potencial” y la actitud colaborativa entre los artistas baleares: “No nos ponemos a competir, somos todos muy diferentes”.