Los tsunamis parecen ser fenómenos solo de las películas o de tierras lejanas. Sin embargo, en 1755, uno con olas de unos cinco metros de altura golpeó sobre Lisboa. Murieron decenas de miles de personas y sus efectos se sintieron también en las costa Atlántica de España y en Marruecos. En muchas ciudades de Andalucía se registraron pérdidas materiales y de vidas humanas.
Otras veces, los tsunamis han golpeado en el Mediterráneo, sobre todo en el arco helénico hace miles de años pero también en el mar Egeo en 1956 y en 2003, donde olas de dos metros se sintieron en el norte de Argelia e incluso llegaron a percibirse en las Baleares, según consta un artículo del periodista Héctor Rodríguez en National Geographic.
Como detalla la misma nota, en 2022, la Comisión Intergubernamental de los Océanos (en base al estudio Probabilistic tsunami hazard in the Mediterranean Sea publicado en la revista especializada Journal of Geophisical Research) advirtió que las posibilidades de que se produzca un tsunami de al menos un metro de altura en el Mediterráneo en los próximos 30 años es casi del 100%.
Sin embargo, cabe destacar que de acuerdo al proyecto Tsumaps, que calcula las probabilidades de peligro de tsunamis, lo más probable es que, de producirse un fenómeno así, golpee nuevamente al arco helénico.
¿Tsunamis en España?
Por otro lado, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas publicado en la revista Scientific Reports, las mayores posibilidades de que se produzca un tsunami en el Mediterráneo español provienen de la falla de Averroes, ubicada en el mar de Alborán. Las olas de un fenómeno originado en esta falla podrían alcanzar los 6 metros de altura y llegar a la costa en entre 20 y 30 minutos.
Pero, claro, la zona de España más expuesta a un tsunami es la de la costa atlántica. Según Tsumaps, la probabilidad de que llegue un tsunami de un metro de altura durante los próximos 50 años es del 10%. ¿Y de olas de, digamos, tres metros? En ese caso la posibilidad baja a un 3%.
