El conseller de Infraestructuras Viarias, Mariano Juan, ha pedido formalmente a la Dirección General de Tráfico (DGT) que habilite radares móviles en el tramo de la red viaria que transcurre por el barrio de Can Guillemó. La intención es que se realicen controles de velocidad en esa vía, que acumula varios accidentes graves.
Como ha recordado Juan, el cruce de carreteras en este tramo del municipio de Sant Antoni supone «peligrosidad» ya que, aunque la velocidad fijada es de 50 km/h, a lo largo del último año se han sucedido una serie de accidentes muy graves que hacen necesario el control, por lo que pide la colocación de radares móviles.
El conseller ha explicado que se hace esta petición como medida temporal «mientras la Dirección General de Tráfico resuelve la petición que ya hemos cursado desde el Consell en reiteradas ocasiones de instalar un radar fijo de control de velocidad en este punto». Dada la peligrosidad, tanto por los mismos vehículos como por, sobre todo, los peatones, Juan espera «una respuesta afirmativa y rápida a una petición que se viene reiterando desde ya hace años».
El Consell de Ibiza ya ha mejorado la señalización del semáforo con señales luminosas, y ha reducido la velocidad máxima del tramo de 80 km/h a 50 km/h. Además, se ha adjudicado, con un contrato menor por importe de 12.039,50 euros (IVA incluido), la redacción del proyecto para la mejora de la seguridad en la carretera EI-600 a su paso por los barrios de Can Bonet y Can Guillemó. Se trata del kilómetro comprendido entre los puntos 12’3 y 13’2.
En el proyecto debe contemplarse la mejora global de la seguridad de este tramo con creación de un vial peatonal que conecte los barrios de Can Tomás y Can Guillamó, la instalación de un paso de peatones con semáforo y mejora del paso existente con la supresión del paso de peatones de la variante de Can Tomás, mejora del alumbrado público, mejora de la señalización, ajardinamiento y embellecimiento del entorno, entre otras actuaciones.
