Un año y medio después de que su hijo Izan sufriera un terrible accidente jugando al fútbol, Cristina Martínez Parra (Barcelona, 1980) ve el resultado de esa alquimia que hacen las madres, que transforma el dolor en lucha y saca fuerzas de donde no hay más que miedo, para así entregar algo a los demás, ya sin esperar nada a cambio. La regidora de deportes del Ayuntamiento de Ibiza, Ana Ferrer (Ibiza, 1990), como madre, como deportista y compañera en gran parte del camino de esta gesta de Cristina, la entiende. Al menos todo lo que se puede entender a alguien sin estar en su piel y sin haber vivido durísimos momentos que, gracias a Martínez, otros no tendrán que vivir.
A principios del 2023, Izan, jugador de UD Ibiza infantil, impactó contra uno de los muros del campo durante un partido. Estuvo internado en la UCI con una fractura de cráneo y en grave riesgo. Ahora, el pequeño está en plena salud nuevamente. Fue en esos desoladores días que empezó el camino de Cristina para que algo así no volviera a pasar y que se protegieran los límites de los campos de fútbol y otros espacios municipales con un material más apto, acolchado, que no causara daño si los niños chocaban contra vallas y muros.
Su búsqueda llegó a todos los rincones de la isla y los ayuntamientos respondieron. Hoy en día, apenas quedan en la isla unos cuantos sin este acondicionamiento.
En eso, el 30 de mayo pasado, el Ayuntamiento de Ibiza anunció que había finalizado la instalación del nuevo sistema en todos sus campos de fútbol públicos y el Pabellón Es Pratet.
La charla de La Voz de Ibiza con Cristina Martínez y Ana Ferrer es como una charla de amigas, de mujeres. Se admiran mutuamente y ya ahora, con la tarea concluida y con el tiempo transcurrido, que, dicen, todo sana, repasan con perspectiva el camino recorrido.
“Lo humano y los valores no se compran”
Las primeras palabras con las que Ana Ferrer describe a Cristina son “amable y muy humana”: “Una madre que trabaja para mejorar la vida de todas las familias de la isla y no en su propio beneficio. Y por eso más se te ponen los pelos de punta, más te sabe fatal que haya tenido que pasar por una situación tan dura. También te sabe muy mal que tengamos que vivir este tipo de situaciones para arreglar ciertas cosas”.
“La historia de Cristina e Izan la escuché a los pocos días de formar parte del gobierno. Teniendo una perspectiva de deportista, no de política, porque acababa de entrar y nunca había estado relacionada a la política, tuve la certeza de que íbamos a ayudarle. No sabía cómo, no le podía dar fechas porque tenía que interiorizarme de toda la situación y todo lo que estaba en mis manos y no quería vender humo, sino prometer lo que podía. Pero desde el primer momento le dije que contase conmigo. Le agradecí y le sigo agradeciendo por lo que ha hecho por el resto de las familias”, recuerda Ferrer.
En efecto, en medio de la lucha de Cristina hubo cambio de cuadro de gobierno en el Ayuntamiento de Ibiza. A lo que relata Ferrer, Cristina suma: “Políticamente hablando, sé que para ella no fue fácil, soy consciente de que le apreté las tuercas cuando recién acababa de aterrizar en el cargo”.

–Ana, usted se encontró con esta lucha apenas comenzó en política, ¿cómo la marca para el resto de su camino como política?
–Mi gran objetivo al entrar en la política era, precisamente, ayudar, estoy aquí porque soy feliz haciendo eso. Me habían ofrecido entrar en política anteriormente y nunca dije que sí. Sin embargo, como madre buscas lo mejor para tus hijos y entendía que había mucho para hacer. Se me dio la oportunidad de formar parte de este equipo espectacular (el actual gobierno del municipio) y a pesar de que mis hijos son pequeñitos quise asumir este compromiso. A nivel burocrático las entidades públicas tienen muchas complejidades, es cierto, pero sin duda con trabajo y esfuerzo se puede ir hacia adelante, lo que hemos conseguido con Cristina lo demuestra y me da muchísima fuerza para todo lo que tenga que venir. Como deportista, sé que hay que celebrar cada paso y tener en mente el avanzar un poco cada vez.
–Cristina, es innegable que mucha gente desconfía de los políticos, de un color u otro. ¿Cómo encaró su lucha considerando que tenía que lograr el apoyo de los gobiernos de los ayuntamientos?
–Me considero una persona emprendedora y cuando me pongo un objetivo intento luchar hasta alcanzarlo. Partía de cero, desconocía todo sobre cuál era la burocracia, ahora tengo alguna noción más. Pero estaba enfocada en mi lucha y, por ejemplo, para intentar acceder al presidente del Consell, para conseguir primero el apoyo de ésta institución, lo esperaba cada mañana a las 8 a que saliera del ascensor para intentar hablar con él. Yo era simplemente una mamá normal y corriente, lo único que quería era que alguien me escuchase. Ahí se inició el proceso, me escuchó la alcaldesa de Santa Eulària, los concejales de Sant Antoni, Sant Josep, Ana aquí. Hubo un efecto cascada y al final todos me recibieron y estoy muy agradecida.
Ana resalta: “Venimos a escuchar al ciudadano y trabajar. Mi equipo es Cristina y es toda la ciudad. Personas como ella, que luchan por una causa, mas demuestran que estamos todos en el mismo barco, que todos queremos lo mismo. Sé que también, si la necesito, cuento con ella”.
Cristina añade: “Es muy importante eso que dice Ana. El político hace mucho tiempo que se olvidó del ciudadano, yo viví en carne propia el sentirme sola, el preguntarme cómo podía ser que hubiera sucedido algo tan injusto. En el proceso, en las entrevistas que me hicieron, siempre dije que no puedo creer que la isla se enfoque sólo en el turista que viene de afuera. Organizamos eventos deportivos de alto nivel con trascendencia mundial y, sin embargo, nos olvidamos de los niños, de que puedan hacer deporte y jugar en la calle seguros, como ha sido toda la vida. Me enojaba que no se hubiera tenido eso suficientemente en cuenta”.
“Es muy importante no olvidar que, al final, somos personas, somos ciudadanos, y que la política no puede estar por encima de eso. Lo primordial es la gente. Hemos sufrido una pandemia y venimos de años duros. No nos olvidemos que lo humano y los valores no se compran, y que eso es lo esencial”, completa.
Y añade: “Con Ana me sentí respaldada desde el minuto uno y eso es muy gratificante. ella me ha entendido, ha empatizado conmigo, me he sentido muy valorada por ella y, repito, sé que no le fue fácil, que apenas llegar se encontraba con un marrón que no le tocaba”.
La lucha de Cristina, la lección de Izan, y la empatía de Ana, con final feliz
–Cristina, ¿en qué momento decide emprender esta lucha?
–Si te soy sincera, todo esto surge de una madre desesperada, hundida, derrotada, con la incertidumbre de qué va a pasar con su hijo. No sé, sale de la necesidad de aferrarme a algo. Creo que inconscientemente proyecté toda mi rabia y miedo en esto. Me juré a mí misma que si todo salía bien, como ha salido, gracias a Dios, que si podíamos contarla, me juré que no iba a parar hasta conseguir que se protegiesen todos los campos y que ningún niño y ninguna familia tuvieran que volver a pasar por esa situación. Creo que fue mi manera de canalizar mi frustración, que así empezó mi lucha, en la UCI con mi hijo. Este, además, no ha sido el único caso similar, aunque creo que de esta magnitud ha sido el primero. Al día de hoy, no me creo lo que se ha conseguido.
–Ahora que todo ha terminado, ¿qué momentos vienen a su mente?
–CF: Tengo dos momentos favoritos: el primero, que mi hijo haya salido de esto perfectamente. Ya está haciendo vida normal, practica el deporte que le gusta, ya es feliz. El segundo, el momento en que fuimos con Izan a ver el trabajo terminado y vimos en el campo la frase “nunca te rindas”, que él eligió. Fue muy, muy emocionante, tengo grabado lo que sentí en ese momento.
–AF: Yo también tengo grabado ese momento.

–¿Cómo surgió la idea de incluir esa frase en los campos de fútbol?
–AF: Desde mi experiencia como deportista sé que es muy importante la motivación. Así que al tener la oportunidad de elegir una frase que motivara a los otros, cómo no la iba a aprovechar. Prefería eso a una publicidad. Pero no podía elegirla yo, no soy jugadora del campo, y tenía la posibilidad de que un niño que había pasado por una situación que no se merecía, no se quede con un mal recuerdo sino todo lo contrario, que ahora vuelva al campo, vea los muros y eso lo impulse en lugar de transmitirle sensaciones negativas. Estaba clarísimo entonces que la frase la tenía que elegir Izan.
–CM: Cuando le transmití la propuesta de Ana, el automáticamente me dijo: “Mamá, ya tengo la frase”. Le dije que cuál era, que la pensara bien y me contestó: “No hace falta, ya la tengo”. ¿Qué mejor mensaje para transmitir a todos? El de que no hay que rendirse, hay que seguir, luchar y que siempre habrá alguien que te ayude.
–Qué seguridad la de Izan y qué elección inspiradora. ¿Qué les ha dejado él en este camino?
CM: Él me dio una lección. El me dio las fuerzas para seguir luchando. Él sufrió todo esto, no fue fácil y sin embargo su lucha, que era seguir jugando, la llevó adelante y lo ha conseguido.
AF: Cuando los vi a los dos entrar al campo, ver la frase, y la emoción de ambos, vi la magia que hay en esta madre y en este hijo. De tal palo tal astilla, de una madre que ha ayudado a todo el mundo sólo podía salir un hijo con un mensaje así, para todos.
Le dije a Izan que es muy especial, que quizás ahora no lo entiende pero que cuando vaya creciendo lo verá, y que también tiene una madre inusual, que ha pensado en los demás y no solamente en ella, que ha conseguido algo muy difícil.