Técnicos del COFIB han confirmado la presencia de serpientes de herradura (Hemorrhois hippocrepis) en Formentera. Hasta ahora, en la isla la especie dominante había sido la serpiente blanca o de escalera (Zamenis scalaris), y era la única registrada de forma constante—sobre todo en zonas como La Mola. Esta nueva aparición marca un cambio en el panorama de las invasiones ofídicas.
Además de la presencia de serpientes de herradura, se ha encontrado una serpiente blanca en una zona inédita, como Sant Francesc.
Miquel Puig, gerente del COFIB, ha explicado a IB3 que aunque ninguna de estas serpientes es venenosa, su impacto ecológico es preocupante. Ambas especies suponen una amenaza directa para la lagartija balear (Podarcis pityusensis), endémica y protegida.
Trampas
El pasado año se instalaron 364 trampas en Formentera, con las que se capturaron un total de 806 serpientes, casi todas blancas, mientras que las de herradura representaron apenas el 0,1 % de las capturas.
Aunque no son venenosas, estas serpientes invasoras representan una grave amenaza para la fauna local, especialmente para la lagartija balear (Podarcis pityusensis), una especie endémica que ya sufría presión por la expansión de la serpiente blanca.
Para contener su avance, el COFIB aplica protocolos activados desde Ibiza, donde el control es urgente. En Formentera se está manteniendo una vigilancia reforzada, con trampas y medidas de bioseguridad inspiradas en las acciones que se han intensificado en Ibiza.
Las autoridades recuerdan que, ante cualquier avistamiento, los ciudadanos deben contactar con el 112 para activar el protocolo de captura y sacrificio controlado.