El Ayuntamiento de Ibiza ha dado un paso firme en su compromiso con la protección del patrimonio histórico al reforzar su implicación en la red de ciudades fortificadas de la monarquía hispánica en el Mediterráneo, que comprende los siglos XVI al XIX.
Esta semana, la concejala de Cultura de Ibiza, Carmen Domínguez, participó en las I Jornadas Internacionales de Ciudades y Sitios Fortificados Hispánicos, celebradas en Tortosa, donde se acordó la creación de una nueva asociación municipal para impulsar una candidatura conjunta a la UNESCO.
Durante el encuentro, en el que también participó la directora del Archivo Histórico de Ibiza y Formentera, Fanny Tur, se sentaron las bases para la creación de la Asociación Municipal de Itinerarios Fortificados Mediterráneos, cuyo objetivo es presentar una candidatura para que las fortificaciones hispánicas del Mediterráneo sean reconocidas como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El primer paso será presentar la propuesta al Ministerio de Cultura el mes de septiembre, con la intención de incluirla en la Lista Indicativa de España.
Cooperación internacional
“La participación de Ibiza en esta red no solo busca un reconocimiento, sino activar una estrategia internacional de cooperación entre ciudades que comparten un legado histórico común”, ha explicado la concejala Carmen Domínguez. “Esto permitirá preservar y dar valor cultural y económico a las fortificaciones de Ibiza y de todo el Mediterráneo”.
Esta colaboración transnacional abre la puerta a coordinar acciones, compartir recursos técnicos y optar a fondos europeos destinados a la conservación y difusión del patrimonio defensivo común. Ciudades como Cartagena, Palma, Mahón, Es Castell, Melilla y Tortosa, junto a expertos de países como Malta, Argelia, Túnez e Italia, también han mostrado su implicación en esta iniciativa conjunta.
Con este movimiento, Ibiza consolida su papel como referente en la defensa y proyección internacional de su legado histórico, especialmente de su recinto amurallado, Dalt Vila, ya reconocido como Patrimonio de la Humanidad desde 1999. La nueva candidatura podría suponer un doble reconocimiento para el municipio.