El Parador de Ibiza suma un nuevo capítulo a su larga historia de retrasos. El 11 de septiembre, la sociedad pública Paradores lanzó una licitación para ejecutar una decena de “obras complementarias” consideradas “imprescindibles” para la explotación del hotel en la fortaleza de Dalt Vila.
Los plazos previstos por el pliego hacen aún más improbable que el Parador de Ibiza abra sus puertas en el 2025, tal como había sido prometido en numerosas ocasiones. Es que la convocatoria cierra el 6 de octubre y fija un plazo de sesenta días naturales para su ejecución.
Más obras pendientes
Pero, además, no es la única licitación abierta que tiene Paradores. Tal como informó La Voz de Ibiza, el último 5 de septiembre se publicó una licitación para fabricación, suministro, transporte e instalación del mobiliario de eventos y complementos (cuya convocatoria cierra el martes próximo). Además, el mismo día se publicó la licitación para proveer suministro, transporte e instalación de jardineras de exterior (la convocatoria cierra este lunes).
También resta adjudicar obras para el tratamiento superficial de paramentos verticales de cuarto de baño, cuya convocatoria cerró el 20 de agosto. Y otra por suministro, diseño e instalación de bufés de desayuno, que incluye tanto al Parador de Ibiza como al de Tordesillas (Valladolid).
Además, la gestión ha requerido externalizar servicios como la limpieza mediante un contrato millonario.
Por si esto fuera poco, solo se cubrieron 17 de las 41 plazas de empleo fijo convocadas para el Parador de Ibiza.
La Voz de Ibiza ha intentado contactar a Paradores para explicar cómo impactan estas distintas licitaciones aún no adjudicadas y la falta de empleados para el Parado de Ibiza y para saber cuál es el cronograma que la empresa estatal maneja actualmente. Desde Paradores aún no han respondido.
En este marco de numerosos asteriscos, Paradores anunció a fines de julio un nuevo retraso en la apertura del tan anunciado hotel. Aunque estaba previsto que el hotel en Dalt Vila abriera sus puertas en octubre, la empresa pública señaló que obras en el Camí del Calvari, por las que culpó al Ayuntamiento de Ibiza, impiden el acceso al nuevo establecimiento turístico y aplazarían aún más la fecha.
La nueva licitación
La convocatoria cuenta con un presupuesto de 496.100 euros (IVA incluido). El pliego revela que aún faltan actuaciones que sorprenden por su carácter básico en un edificio ya entregado por Turespaña.
La empresa adjudicataria deberá instalar accesorios en baños y vestuarios, habilitar nuevos puntos de luz, agua y datos, levantar una rampa de accesibilidad hacia el comedor de desayunos, cerrar un despacho de dirección, colocar pasamanos y barandillas de seguridad, montar mástiles de banderas, ejecutar un cerramiento para el espacio museístico y elaborar los planos de evacuación.
El contrato contempla también trabajos de albañilería, fontanería, electricidad y pintura.
El concurso reparte la adjudicación en un 60% precio y 40% criterios técnicos. Incluso en el escenario más favorable, con adjudicación inmediata tras la recepción de ofertas en octubre, los sesenta días de obras se prolongarían hasta finales de diciembre o inicios de 2026. Eso hace prácticamente imposible cumplir con la promesa, repetida en numerosas ocasiones, de abrir el Parador antes de que termine 2025.
El riesgo de otra demora
La nueva dilación también abre interrogantes sobre el estado de conservación del edificio. En mayo, Ignacio Lliso, Julián Manzano-Monís y Ramón Andrada, los arquitectos encargados de la rehabilitación del edificio luego de años deobras inconclusas, habían advertido que el Parador se estaba “deteriorando”. Si bien luego matizaron el anuncio (“fue para meter prisa”), Manzano dijo a La Voz de Ibiza que el edificio no corría riesgos de deterioro “si la apertura es este año”.
¿Podrían los cambios en el calendario perjudicar al mantenimiento del hotel?
“Esperemos que no suponga deterioro. Imagino que si advierten algún deterioro lo subsanarán. Pero es una suposición porque no estoy al tanto”, ha dicho ahora Manzano ante la consulta de este medio. Según ha explicado, los estudios de arquitectura involucrados en la rehabilitación (que entregaron las obras a fines del 2024) no tienen en este momento ninguna vinculación con Turespaña y no estaban al tanto de las nuevas obras.
Dos décadas de atrasos
El proyecto del Parador en la fortaleza de Dalt Vila se remonta a 2004. Las obras arrancaron en 2008 sobre un edificio del siglo XVI cerrado desde los años ochenta. En 2012, la aparición de restos arqueológicos paralizó los trabajos durante años y obligó a incrementar el presupuesto. No fue hasta diciembre de 2019 cuando se retomó la obra, con el compromiso de musealizar parte de los hallazgos para ponerlos en valor. En abril de 2024, el Gobierno central aseguró que el Parador “encaraba la última fase”.
Sin embargo, el 2025, cuando se esperaba que el Parador fuera la gran nota de la temporada, sumó numerosas dilaciones. Ya a principios de año se anunció un retraso por la necesidad de reparar y adecuar un aljibe subterráneo de casi dos décadas de antigüedad. Esta obra, ncesaria para garantizar el suministro de agua, fue adjudicada a Aqualia por 274.000 euros.
Por entonces, se hablaba de una apertura antes del cierre del 2025. Algo que, a la luz de tantos frentes abiertos, ahora parece una utopía.