LA CRISIS DE LA VIVIENDA

«Ojalá os gastéis en medicinas lo que ganáis con el alquiler»: la publicación viral que destapó la guerra por la vivienda en Ibiza

"Ibiza no es Nueva York": el debate sobre los precios del alquiler estalla en redes entre la rabia de los inquilinos y la defensa de los caseros.

Alquiler
Alquiler.

Una usuaria, identificada como Erika Prado, estalló en una publicación publicada esta semana en el grupo de Facebook Nice and Cheap Ibiza. “Estoy agotada. No puedo más. Llevo tanto tiempo buscando donde vivir y es imposible”, arrancaba su mensaje, en el que denunciaba que los propietarios priorizan los alquileres de temporada a precios desorbitados antes que alquilar a residentes todo el año.

Su indignación fue subiendo de tono hasta lanzar la frase que encendió el debate: “Pues que la mitad de ese dinero lo tengáis que gastar en medicinas. Lo siento, pero así pienso”.

Comentario en un grupo de Facebook.
Comentario en un grupo de Facebook.

Una brecha insalvable

Las respuestas no tardaron en llegar. Algunos usuarios hicieron cálculos detallados del coste de comprar una vivienda en Ibiza para justificar precios de 1.500 euros al mes solo en hipoteca, mientras otros replicaban con comparaciones demoledoras: “En otro país pago 130 euros por un apartamento con cocina independiente”.

Otros, directamente, la acusaban de exigir demasiado: “En vez de pedir al casero, pide al Gobierno. El que no pueda pagar, que se vaya a otro sitio”.

“Ibiza no es Nueva York”

El debate ya había comenzado en otra publicación de la misma usuaria, del 31 de agosto, donde imploraba: “POR FAVOR, caseros: bajen el precio de los alquileres”. Con más de un centenar de comentarios, la discusión dejó frases que muestran la fractura social en la isla. Una de ellas resumía el sentir de muchos residentes: “Ibiza no es Nueva York. Aquí no hay afueras donde irte a vivir más barato. O pagas o te vas”.

El lado de los propietarios

Entre los mensajes que defendían a los caseros destacó uno que resumía la visión de muchos: “Un piso de una habitación cuesta 300.000 euros. ¿Qué quieres que haga la persona? Deja de exigir al propietario y exige al gobierno, que es el que tiene que solucionar la vida, no el ciudadano”. Una respuesta que, lejos de apaciguar, avivó aún más la indignación de Erika: “Si compras un piso de 300.000 y lo alquilas es porque ya tienes otro donde vives, ¿no? Lo compras para reventar a las personas y sacar dinero”.

En la publicación de agosto, otro casero veterano quiso dejar clara su postura: “Yo he sido casero muchos años a 395 euros al mes y, descontando gastos, tenía que buscarme otro trabajo para vivir. Los caseros estamos desprotegidos. No somos una ONG: el que no pueda pagar, que se vaya a otro sitio”.

La indignación de los inquilinos

Otros usuarios aportaron comparaciones internacionales que pusieron en evidencia el desfase de precios en la isla: “He ido a otro país. Pago 130 euros al mes por un apartamento con cocina independiente. Comer en un restaurante bien cuesta 3 euros. Y cobro lo mismo que en Ibiza”. Una frase que circuló en los comentarios como ejemplo del abismo entre el coste de la vida en Ibiza y otros lugares.

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El tono subió todavía más con mensajes como el de Miriam, que retrató la crudeza del día a día: “Un piso más viejo que mi abuela lo alquilan por 1.800 o 2.200 euros. ¿Eso te parece normal? La mayoría de gente aquí no supera los 1.100 euros de sueldo. No hay médicos, no hay policías, faltan profesores… ¿y encima tenemos que pagar chozas a precio de oro?”. Sus palabras obtuvieron varias respuestas de apoyo, con usuarios subrayando que la situación se repite también en otros puntos turísticos como Málaga, Torremolinos o Fuengirola.

El efecto del realquiler

Al mismo tiempo, surgieron críticas a la práctica del realquiler: “La gente se queja de que está caro y luego alquila una habitación por 700 euros en un piso que paga a 1.000. Así está Ibiza”. Una denuncia que apunta a cómo algunos inquilinos también se benefician de la carestía del mercado, perpetuando el problema.

Lo que empezó como un desahogo personal terminó convertido en un retrato viral de la crisis de vivienda en Ibiza, donde cada nueva publicación en redes parece volver a encender la mecha. Entre la rabia de los que buscan techo y la justificación de los caseros que alegan costes y falta de protección, el debate vuelve a quedar abierto… y más vivo que nunca.

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