Rafael Amargo se encuentra atravesando un momento muy delicado tras haber sido ingresado de urgencia en un hospital por una infección intestinal. Según reveló su pareja, Luciana Bongianino, el artista andaluz está en “una situación bastante crítica” y permanece internado sin poder comer ni beber, alimentado únicamente por sueros intravenosos.
Malestar persistente y diagnóstico incierto
El bailaor, de 50 años, comenzó a sentirse mal en su domicilio tras varios días con fiebre alta y malestar corporal generalizado. Ante la persistencia de los síntomas, fue atendido por personal sanitario en su propia casa. Sin embargo, como no se logró identificar el origen exacto de las dolencias, los médicos decidieron trasladarlo al centro hospitalario más cercano.
Tras someterse a diversas pruebas, los primeros diagnósticos apuntan a una infección intestinal localizada en el colon. Este cuadro ha generado un deterioro notable en el estado general de Amargo, que permanece ingresado bajo observación médica y con una dieta estrictamente controlada a base de sueros.
Luciana Bongianino, su principal apoyo emocional
La noticia fue revelada el pasado fin de semana por su compañera sentimental en el programa Fiesta, de Telecinco, causando impacto entre los colaboradores y la audiencia. Luciana Bongianino, quien se ha mantenido a su lado en los últimos años, relató el episodio con preocupación, dejando claro que continúa siendo el pilar fundamental en la vida del artista.
“Si hay un altar, es el que merece ella”, declaró Rafael Amargo en una reciente entrevista, reconociendo públicamente el apoyo incondicional de su pareja. La argentina ha estado presente durante los momentos más complicados del artista, tanto en lo personal como en lo profesional.
El estrés y los conflictos profesionales, posibles desencadenantes
Según las sospechas de su pareja, esta crisis de salud podría estar relacionada con el estrés acumulado por los conflictos que el coreógrafo mantiene con trabajadores, productores y promotores de su último proyecto artístico. Las tensiones internas en su entorno laboral se suman a la inestabilidad derivada de sus problemas judiciales de los últimos años.
Rafael Amargo fue investigado por su presunta participación en una organización criminal relacionada con tráfico de drogas, aunque en 2024 fue absuelto de dichos cargos. Pese a su exoneración, los efectos de aquella causa judicial siguen presentes en su estado emocional y físico.
Secuelas de un proceso judicial mediático
En declaraciones anteriores, Amargo confesó sentirse “marcado” por lo vivido durante esos años, en los que llegó incluso a ser privado de libertad. En una frase que quedó grabada en la opinión pública, expresó: “¿Quién me devuelve estos cuatro años?”, haciendo referencia al tiempo en que estuvo envuelto en procesos judiciales y apartado del circuito artístico.
En una entrevista recogida por La Vanguardia, el artista denunció haberse sentido “vapuleado y apartado de todo”, aludiendo a las consecuencias reputacionales y psicológicas de aquella etapa. Ahora, su entorno teme que todo ese desgaste haya hecho mella en su salud y esté vinculado con su actual estado clínico.
Una carrera marcada por el arte y la controversia
Reconocido por su aportación al mundo del flamenco contemporáneo y su fusión con otras disciplinas, Rafael Amargo ha sido una figura influyente y polémica en el panorama artístico español. Su talento como coreógrafo ha sido aplaudido internacionalmente, pero su carrera también ha estado jalonada por momentos de controversia y exposición mediática.
La situación actual ha vuelto a poner en foco tanto su salud como la fragilidad emocional que puede derivarse del desgaste profesional y judicial. El entorno del artista ha pedido respeto y discreción ante su estado, mientras continúa hospitalizado bajo supervisión médica.
El círculo íntimo pide privacidad
Por el momento, no se ha emitido un parte médico oficial ni se conocen detalles adicionales sobre su evolución. Desde su entorno más cercano se ha solicitado prudencia y respeto para atravesar este proceso en la mayor intimidad posible.
La hospitalización de Amargo ha generado un aluvión de mensajes en redes sociales, donde seguidores y colegas del mundo del arte han expresado su preocupación y le han enviado palabras de aliento.
Con una carrera artística de décadas y una personalidad que nunca ha dejado indiferente, Rafael Amargo enfrenta ahora una prueba distinta: recuperar su salud en un contexto de presión acumulada.
