El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha provocado una nueva polémica al sugerir públicamente que el consumo de paracetamol (Tylenol) durante el embarazo podría estar relacionado con el aumento de casos de autismo. Durante una intervención oficial, Trump afirmó: «Hay un rumor, que no sé si es cierto o no, de que en Cuba no tienen Tylenol porque no tienen dinero para ello y virtualmente no tienen autismo».
En su discurso, Trump sostuvo que «eso ya dice mucho», en referencia a que en otras partes del mundo donde no se consume paracetamol tampoco se registra una alta incidencia de autismo. Bajo esta premisa, anunció que su Administración recomendará limitar seriamente el uso de este medicamento en mujeres embarazadas.
Advertencias en los envases de paracetamol en EE.UU.
Según Trump, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) actualizará las advertencias en el etiquetado del paracetamol para alertar sobre un presunto vínculo con el autismo, aunque no existen evidencias científicas concluyentes que respalden esa relación directa.
«¡No lo consuman!», exclamó Trump, quien compareció junto al secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas escépticas respecto a las vacunas.
«Consumir Tylenol durante el embarazo puede estar asociado a un mayor riesgo de autismo. Así que el Tylenol no es bueno y no es bueno por esta razón», afirmó el mandatario, reiterando que el uso de este medicamento debe limitarse a casos en los que sea «médicamente necesario».
Trump también arremete contra las vacunas infantiles
Además del paracetamol, Trump arremetió contra el calendario actual de vacunación infantil en Estados Unidos. Aseguró que las vacunas deberían administrarse en varias etapas y no en una sola visita, como se realiza actualmente.
«Tienes un niño pequeño, un niño frágil, y le ponen un recipiente con 80 vacunas diferentes, supongo, 80 mezclas distintas, y se lo inyectan», señaló Trump, criticando el procedimiento.
Propuso que «en vez de una sola visita donde le ponen de todo al bebé, sería mejor hacerlo en cuatro o cinco etapas». Según él, al espaciar las vacunas no habría ningún problema. «Está claro que si las separas no hay problema», añadió.
«Lo ideal sería que una mujer no tomara Tylenol y tampoco tantas vacunas. Sería mejor», resumió Trump.
Críticas a la vacuna MMRV y la de hepatitis B
En concreto, Trump criticó la vacuna MMRV, que protege contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela. Esta vacuna ha sido recientemente restringida en menores de cuatro años por riesgo bajo de convulsión febril.
«Parece que cuando se mezclan puede haber un problema, así que no hay desventaja en darlas por separado. De hecho, piensan que es mejor, así que déjalas separadas», afirmó Trump sin aportar estudios que lo respalden.
Respecto a la vacuna contra la hepatitis B, Trump fue más tajante: «La hepatitis B se transmite sexualmente. No hay motivo para darle hepatitis B a un bebé recién nacido. Yo esperaría hasta que el niño tenga 12 años y esté formado», afirmó.
Cabe destacar que la hepatitis B también puede transmitirse por exposición a sangre infectada, no exclusivamente por vía sexual.
Un comité de vacunas con nuevos integrantes afines a Trump
Estas afirmaciones llegan en medio de un proceso de revisión del calendario vacunal por parte del comité asesor de inmunología de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Dicho comité fue renovado por decisión de Robert F. Kennedy Jr., quien despidió a todos sus miembros en junio, alegando conflictos de interés, y los reemplazó por personas afines a sus tesis críticas contra la vacunación obligatoria.
Según la exdirectora de los CDC, Susan Monarez, también destituida, Kennedy le aseguró que mantenía conversaciones diarias con Trump para cambiar el calendario de vacunación infantil a partir de septiembre.
Sin evidencias científicas concluyentes sobre el paracetamol
Pese a las afirmaciones de Trump, la comunidad científica mayoritaria rechaza que exista una relación demostrada entre el consumo de paracetamol durante el embarazo y el autismo.
El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos emitió un comunicado durante el discurso de Trump afirmando que el paracetamol es seguro durante el embarazo. Según el presidente de la organización, Dr. Steven J. Fleischman, las enfermedades tratadas con este fármaco “son mucho más peligrosas que cualquier riesgo teórico”.
Por su parte, la Autism Science Foundation también negó que exista evidencia científica sólida que vincule el paracetamol con el desarrollo de autismo.
Estudios con resultados preliminares y sin consenso
Algunos estudios, como uno publicado en agosto por la Escuela de Medicina Icahn del Mount Sinai, sugieren una posible relación entre la exposición prenatal al paracetamol y un mayor riesgo de trastornos del neurodesarrollo, como el autismo o el TDAH. Sin embargo, los propios autores insisten en que los resultados son preliminares y no concluyentes.
En cualquier caso, las declaraciones de Trump vuelven a poner en el centro del debate el uso de medicamentos comunes y las políticas de vacunación, en un país donde la desinformación sobre salud pública ha ganado terreno en los últimos años.