La investigación sobre la lancha de lujo interceptada el pasado 11 de octubre en la costa de Es Porroig con 521 kilos de cocaína avanza y apunta a nuevas pistas. Según ha podido saber La Voz de Ibiza, las cámaras de seguridad del puerto de Santa Eulària habrían sido determinantes para identificar a uno de los presuntos implicados, vecino del municipio y conocido por su vinculación con el entorno del narcotráfico de pequeña escala.
Fuentes próximas a la investigación señalan que el hombre, apodado «El Chucky», habría sido detenido en las últimas horas, aunque la Guardia Civil mantiene el caso bajo secreto de sumario y no ha confirmado oficialmente ninguna detención. Las imágenes del puerto habrían permitido a los agentes rastrear los movimientos previos de la embarcación, un modelo NUVA M11 de 11,20 metros de eslora y dos motores Mercury de 300 caballos, propiedad de la empresa Nautigas, con sede en Santa Eulària des Riu.
La empresa se declara “perjudicada”
Desde Nautigas aseguraron el miércoles que desconocían completamente el uso ilícito del barco y que colaboran activamente con la Guardia Civil.
«No teníamos ningún conocimiento de nada. Nos enteramos a través de la prensa y enseguida acudimos a la Guardia Civil, con quien hemos estado colaborando para intentar solucionar el tema», explicó a La Voz de Ibiza Valentina Gentile, representante de la compañía.
Gentile subrayó que la empresa es, en realidad, la principal perjudicada por lo ocurrido. «Somos los perjudicados ya que el barco se ha quedado en la playa durante tres días con todos los daños y gastos que conlleva, y ahora estamos tratando de hacer las gestiones para poder sacarlo de ahí y que no se dañe más», añadió.
El yate, cuyo alquiler ronda los 2.000 euros por día, fue finalmente remolcado tras permanecer encallado junto a la Torre des Carregador, bajo custodia judicial. La representante aclaró que Nautigas realiza alquileres «con y sin patrón» y que toda la documentación del contrato está ya en manos de las autoridades.
Una persecución de película
El operativo que destapó el caso comenzó a primera hora del sábado, cuando una patrulla terrestre observó una lancha que navegaba a gran velocidad y de forma errática cerca de la costa de Es Porroig. Al detectar la presencia policial, los ocupantes intentaron embestir a la patrullera del Servicio Marítimo y luego vararon la embarcación en la orilla, huyendo a pie por una zona rocosa.
Vecinos de la zona grabaron la escena y difundieron los vídeos en redes sociales, donde se observa a cuatro hombres corriendo por las rocas mientras la patrullera se aproxima. Dentro del barco, los agentes hallaron 21 fardos de cocaína con un peso total de 521 kilos, perfectamente embalados.
