La naviera Baleària ha comenzado a operar este jueves el refuerzo estival entre Dénia e Ibiza con el fast ferry “Cecilia Payne” desde el puerto de Vila, después de que el Govern le negara el atraque en Sant Antoni, lo que mantiene el cierre comercial de ese puerto ante la limitación de embarcaciones de un máximo de 65 metros de eslora.
Según ha detallado el sitio Ferry Balear, de viernes a lunes el servicio enlazará con Palma en horarios alternativos al troncal que ofrece todo el año con el “Eleanor” Dénia-Ibiza-Palma.
El Cecilia Payne es un ferry de alta velocidad, que puede llegar a 38 nudos. Con capacidad para 800 personas, ha sido reformado recientemente y dispone de diferentes salones de butacas, zona infantil, cafeterías, tienda y zona de mascotas.
Contradictorio
Baleària tenía proyectado operar la ruta Dénia-Sant Antoni y Sant Antoni-Palma con solo vehículos sin carga. Sin embargo, la Consellería balear del Mar y Ciclo del Agua denegó en mayo pasado el atraque en el puerto de Sant Antoni de forma sorprendente, lo que implica la suspensión de los planes silenciosos de Ports de Baleares (PortsIB) para la reactivación de la actividad comercial de este puerto estratégico.
Esta propuesta inicial de utilizar el puerto de Sant Antoni despertó críticas del presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, quien justificó su oposición al argumento de la política impulsada para establecer limitaciones de vehículos, legislación que no está en vigor aún.
“Quiero recordar que el Consell Insular está trabajando en una iniciativa legislativa para regular la llegada de vehículos en determinados momentos del año, sobre todo en los meses centrales de temporada. Por lo tanto, que se anuncien rutas ahora sin consensuar con el Ayuntamiento de Sant Antoni, el Consell, Ports IB es una manera apresurada de hacer las cosas”, afirmó en su momento el presidente.
Además, había asegurado que ahora se iniciaba un “período de reflexión donde todas las instituciones puedan valorar cuáles serían las consecuencias de esta nueva ruta”, posibilidad que “no está encima de la mesa” ha dicho en dos ocasiones.
Sin embargo, la empresa española reprogramó sus operaciones en el puerto de Vila, que comenzaron ayer. Lo paradójico es que esos mismos coches que no llegarán a Sant Antoni ahora entran a través del puerto de Vila, desmoronando los argumentos del propio presidente del Consell.