«No voy a quitar la música». Así de claro se lo dejó a una pareja de la Policía Local de Sant Josep el organizador de una fiesta ilegal con más de 120 personas que se estaba celebrando el día 1 por la tarde y que fue denunciada por ruido por los vecinos.
La frase es uno pasaje más de una conversación grabada en vídeo por un agente y difundida por el cuerpo en sus redes sociales que no tiene desperdicio por la chulería del organizador multireincidente con varias sanciones firmes a sus espaldas y la paciencia de los agentes.
En otro pasaje, el organizador llega a recriminar a los agentes y a los vecinos que hayan osado interrumpir su fiesta. «Reiteradamente llaman por la música cuando hay 20.000…», dice.
En varios momentos del vídeo, grabado a las 21.40 horas, el organizador quiere cerrar la puerta de la valla exterior ante lo que el agente que lidera la operación le advierte: «Esto no es la puerta de ninguna casa. Es una cancela y si fuerza mi brazo, va al suelo detenido. ¿Lo ha entendido? Estoy grabando la actuación», le dice.
Consumo de drogas con impunidad
De la conversación se deduce que mientras los agentes hablan con el organizador, asistentes a la fiesta están consumiendo drogas con total desparpajo a la vista de la Policía. «Se lo están poniendo fácil sus amigos», le dice irónicamente el agente para añadir que «ahora mismo podríamos entrar por tema de drogas».
«Va a ser denunciado por perturbación de la tranquilidad ciudadana. Si estuviera en la montaña y no molestara a nadie, no vendríamos a interrumpir su evento. Si no quita la música, le pondremos la segunda denuncia y vamos a instruirle diligencias por delito de desobediencia», le advierte el agente de la Policía Local.
«¿Qué prefiere? Usted decide. En su mano está interrumpir la amenización musical exterior para no hacer partícipes a los vecinos de su música. Dentro, haga lo que le dé la gana», reflexiona el policía local.
«¿Y si quito la música y la gente sigue hablando?», pregunta el organizador para desviar la atención. «Es responsabilidad suya invitar a 120 personas a su casa», le responde el agente.
«Santa paciencia»
En el texto que acompaña el vídeo, el community manager del cuerpo destaca la «santa paciencia de los vecinos» y de «nuestros agentes».
La Policía ha intervenido en 688 incidencias relacionadas con ruido procedente de viviendas en lo que va de año, «buena parte de ellas de alojamientos turísticos ilegales y de estas algunas desarrollando una actividad propia de un club, careciendo de licencia, omitiendo el pago de impuestos con los que se pagan los servicios públicos (educación, sanidad, seguridad, etc.) y lo más grave, poniendo en peligro a los asistentes a dichos eventos, porque, ¿cómo se resuelve una pelea en el interior de estos espacios?¿y si se produce una agresión sexual?¿y si alguien se intoxica y su vida está en peligro? SON MUCHOS «Y SI»…», finaliza el post.
