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HIDROAVIONES EN IBIZA

«No hay motivo para denegarnos los permisos. Somos un proyecto positivo para Baleares»

Entrevista con el delegado de Isla Air Express, la compañía que quiere conectar Ibiza con Palma y Barcelona con hidroaviones: "Un hidroavión es un barco en el mar y un avión en el aire y así debe ser tratado"
  • "Está costando la comunicación con el puerto de Ibiza. Hemos de sentarnos para encontrar una solución"
  • "No pararemos hasta que nos digan que sí o que no, en cuyo caso recurriremos a quien haga falta"
antoni jimenez islaairexpress
Antoni Jiménez, delegado en Baleares de Isla Air Express.

Antonio Jiménez (Barcelona, 1960) es la cara visible de Isla Air Express, un proyecto que lamentablemente es todavía invisible: conectar las islas entre sí y con la Península a través de hidroaviones. Este es el empeño en el que está dedicado en cuerpo y alma desde hace cinco años. Representante de la compañía en Baleares, antes había sido director de Recursos Humanos en varias compañías y consultor empresarial. 

Después de una larga temporada sin noticias de la compañía, recientemente sorprendieron anunciando vuelos de prueba para el 9 y 10 de noviembre entre los puertos de Ibiza y Mallorca. Sin embargo, la falta de permisos obligó a la empresa a posponerlos. Según su versión, Autoridad Portuaria no dio luz verde a las operaciones ante una predicción meteorológica adversa para los días propuestos, «sobre todo en Palma».

En cualquier caso, de su relato se desprende que el principal escollo en estos momentos es Capitanía Marítima de Ibiza.

Su plan es operar Ibiza-Palma, Ibiza-Barcelona y Palma-Barcelona en una primera fase para luego ir incorporando nuevas rutas, tanto entre las baleares como entre las Islas y la Península. De momento, dicen haber destinado ocho millones de euros al proyecto. 

-¿Hasta cuándo están dispuestos a seguir luchando?

-Hasta que nos aprueben las operaciones o nos digan que no. Si pasa eso, recurriremos a quien haga falta porque entendemos que no hay motivo para denegarnos los permisos. Es un proyecto positivo para las Baleares, que beneficia a todo el mundo porque mejora la conectividad aérea, fomenta la competencia, genera puestos de trabajo y permite volar desde el centro de Ibiza hasta el centro de Palma o de Barcelona. Y sin necesidad de inversión pública en infraestructuras. 

Un hidroavión en el agua es un barco y debe ser tratado así en los ámbitos portuarios y en el aire es un avión y debe ser tratado así por las autoridades aeronáuticas. 

-Parece fácil de entender. ¿Cuál es el problema?

-En realidad no hay ningún problema objetivo. Hemos de analizar muy bien en qué sitio amerizar y despegar y qué infraestructuras portuarias necesitamos. No estamos inventado nada ni haciendo nada que no se hubiera hecho antes: en los puertos de Baleares hubo antes hidroaviones que yates de lujo. Sin embargo, hay muchas partes que no lo entienden. Y hemos de abrir un espacio para que los que no entienden dejen de poner puertas al campo.  

-¿Quién no lo entiende y quién lo entiende?

-No ha sido fácil, pero no hemos tenido especiales problemas para poner en marcha la planificación de los vuelos de prueba ni en Barcelona, ni en Palma. Hemos avanzado mucho, podemos hablar con los agentes implicados y la receptividad es excelente. Las autoridades aéreas de Barcelona presentan algo más de resistencia porque el puerto está muy cerca del aeropuerto y es un condicionante a tener muy en cuenta. 

En Ibiza, en cambio, está costando la comunicación con las autoridades del puerto. No ha sido posible sentarnos para debatir y buscar soluciones. Somos conscientes de que el puerto de Ibiza es un poco más complejo porque en verano tiene mucho tráfico. Son dos meses al año, pero 10 está infrautilizado. Hay problemas logísticos, pero hay soluciones. Para ello hay que sentarse y hablar más. De momento, nadie nos ha dicho que no… 

-Eso no es verdad. Capitanía Marítima emitió informe negativo y Autoridad Portuaria de Baleares les denegó los permisos para los vuelos de prueba y por eso han tenido que posponerlos.  

-No se nos ha dicho que no a las pruebas. 

-Entonces, alguien miente. 

-No, nadie miente. Hace años presentamos unos planes para despegar, amerizar y atracar en los puertos de Palma y de Ibiza porque nos lo pidió Autoridad Portuaria. Lo entramos por registro de entrada y nunca se nos contestó. Mientras, seguimos con las conversaciones con todos los agentes implicados. En julio, tuvimos una reunión las autoridades de puertos de Baleares, tanto de Ibiza como de Palma, sus respectivos capitanes marítimos, donde planteamos los vuelos de prueba. En aquel momento se nos dijo que no porque amarrar era complicado en plena temporada alta, pero pactamos una zona para el amerizaje y el despegue de los hidroaviones para después de la temporada alta. Nosotros pensábamos que había quedado claro. 

-Se ve que no tanto… 

-El problema es que se nos ha contestado a la zona que habíamos propuesto hace tiempo, no a la que pactamos en julio. 

-Entonces, ¿cuál es la situación?

-Hemos vuelto a presentar una solicitud a la APB para realizar vuelos de prueba en la zona donde las autoridades de Ibiza nos dijeron que sí podíamos despegar y amerizar. Y ahora estamos a la espera de la respuesta a nuestra última solicitud.  

-¿Siempre hablamos de vuelos de prueba?

-Sí, de momento vuelos de prueba. 

-¿Y dónde han previsto amarrar y hacer el embarque y el desembarque?

-Donde nos diga Autoridad Portuaria. Hasta ahora nadie nos ha dicho donde podemos amarrar. Nosotros hemos solicitado varias localizaciones…. 

-¿Cuáles?

-Es una información que prefiero no desvelar. No queremos meter presión a nadie. 

-Capitanía Marítima de Ibiza nos explicó que para autorizar los vuelos de los hidroaviones se tenían que dar tres condiciones y actualmente no se da ninguna de las tres: autorización del gestor aeroportuario, una torre de control del tráfico marítimo y amerizajes y despegues más lejanos a la bocana. 

-La primera condición es una obviedad, ya que sin el permiso de Aesa (Agencia Española de Seguridad Aérea) no podríamos volar. Hemos tenido muchas conversaciones con ellos en los últimos años y son los primeros interesados en que podamos operar, tanto que vendrán representantes de Madrid a participar en los vuelos de prueba. 

La segunda también está resuelta porque hemos aceptado amerizar y despegar donde nos ha dicho el capitán marítimo de Ibiza.  

La torre control o la gestión del tráfico marítimo no es un problema nuestro y no creo que sea imprescindible para los hidroaviones porque en el mar somos un barco más, más pequeño, mide 15 metros de eslora y 20 de manga, además tiene mucha más maniobrabilidad que un buque. Un hidroavión puede frenar y girar sobre sí mismo. Así que pensamos que no suponemos ningún cambio a la situación actual. Si ahora mismo no hace falta torre de control para gestionar el tráfico de ferrys y cruceros que son mucho más grandes y maniobran con mayor dificultad, tampoco creemos que haga falta con nosotros. El hidroavión están en contacto con la torre de control del aeropuerto y con el puerto.   

-Si Capitanía Marítima pide una torre de control del tráfico marítimo y no hay torre de control ni la habrá en el corto plazo por mucha falta que haga, no pinta bien para ustedes, por mucho que me intente convencer. 

-Entonces para qué está Capitanía Marítima. Ni en Palma ni en Barcelona nos lo piden. Hay unos horarios de entrada y salida y unas comunicaciones con el puerto y la torre de control del aeropuerto. El problema es que somos los primeros. Una vez esté en marcha se verá que no hay ningún problema y que somos un usuario más del puerto que presta un servicio público esencial. Si hay torre de control, fantástico, pero no creemos que su ausencia deba limitar nuestras operaciones. 

-Antes se ha referido a que el puerto está infrautilizado 10 meses. ¿Estarían dispuestos a operar solo 10 meses? 

-No. No sería lógico. Es el periodo que hay más horas de sol, mejores condiciones de navegación y mucha más demanda. Es como si le piden a una naviera que quite barcos en verano.  

-Las navieras no tienen todos los slots que les gustaría para operar entre Ibiza y Formentera. 

-Lo sé. Pero es que nosotros no es que tengamos menos slots de los que nos interesan o slots en horarios que nos interesan menos, es que no tenemos ningún slot

-¿Dónde les han propuesto la zona de amerizaje y despegue?

-En el exterior del puerto, en la zona del dique de Botafoc. 

-¿Qué condiciones ha de cumplir la zona de amerizaje y despegue?

-No nos lo han dicho. Estamos abierto a todo. Si hay que balizar, balizaremos. Si hemos de poner un barco con señales cada vez que operemos, lo haremos. Que se nos diga. De todas formas, donde operan hidroaviones en otros puertos, no está balizado ni necesitan nada. El piloto de un hidroavión está especializado en la operación y tiene la mejor visión posible. Pensamos que indicando la zona en las cartas marinas sería suficiente. Complicarlo todo, supone incrementos de costes que se repercuten al usuario. 

-¿Han valorado operar en el puerto de Sant Antoni? 

-(Silencio)… No. Nuestra planificación es unir los puertos de las capitales de las islas que es donde hay mayor necesidad de conectividad. 

-¿En qué condiciones marítimas no puede operar un hidroavión?

-Un metro de olas es el oleaje máximo para que el vuelo sea confortable. El avión puede amerizar y despegar en peores condiciones, pero creemos que no es confortable para el pasaje.

-¿Han estudiado cuántos días dejarán de operar por el estado de la mar?

-Hemos llegado a la conclusión de que podríamos dejar de operar entre siete y 10 días al año en función de los datos históricos.

– ¿A qué han destinado los ocho millones que dicen haber destinado al proyecto?

– La inversión más fuerte es la compra de dos hidroaviones. Tenemos uno en Marsella, ya con los colores corporativos de la compañía y que hemos bautizado como Palma. Y están pintando el otro, que lo llamaremos Ibiza. Y hay que pagar a todo el personal que llevamos cinco años cobrando y a todos los consultores que hemos tenido que contratar para lograr los permisos. Tenemos hasta permiso de la Casa Real para sobrevolar Marivent y Porto Pi y eso no se consigue sin un buen trabajo por nuestra parte. También hemos hecho estudios de impacto ambiental por encima de las exigencias de la normativa. 

-¿Quiénes son los socios del proyecto?

-Hay capital español y británico.  

-¿Qué porcentaje?

-No comento. El socio principal es una persona con importantes propiedades en las islas Baleares y gracias a su determinación las islas pueden tener una actividad que prevé tener hasta 200 empleados y que dará trabajo a empresas de mantenimiento y de servicios. 

¿Se han reunido con la presidenta del Govern, Marga Prohens?

-Todavía, no. Hemos solicitado reuniones con la presidenta, los presidentes de Ibiza y Mallorca y los alcaldes de Ibiza y Palma.  

-Ha cambiado el gobierno de Formentera, pero no la oposición al proyecto.

-Nos centramos en Palma, Ibiza y Barcelona en una primera fase. Luego queremos conectar Mahón, aunque la operativa en su puerto no es fácil. Y también queremos operar en Formentera. Siempre me ha sorprendido el rechazo frontal a nuestras operaciones en Formentera, ya que sería una manera de poner fin a la triple insularidad de la que siempre se quejan. Hay que estudiar bien cómo hacerlo, ya que el puerto de Formentera es muy pequeño y tiene mucho tráfico, pero merece la pena el esfuerzo porque sería una gran mejora en las comunicaciones y podríamos adaptar horarios y servicios a sus necesidades para traslado de pacientes que necesitan tratamiento u otras que puedan tener.

De todas maneras, hay muchos puertos que conectar, como Castellón, Tarragona… 

-¿Han contemplado que están actuando como conejillos de indias, que están haciendo el trabajo sucio que supone la primera tramitación administrativa y que luego puede entrar competencia de forma mucho más fácil y barata?

-Somos conscientes de ello, pero alguien lo tiene que hacer. Sabemos lo que cuesta y no tememos a la posible competencia. Todo lo contrario. Creemos que tiene mucho futuro la avión con hidroaviones. Somos más sostenibles, contaminamos mucho menos y no necesitamos nuevas infraestructuras. Es verdad que tenemos una capacidad de carga limitada, pero contribuimos a mejorar la conectividad y solo necesitamos un pantalán y ocupamos menos que un barco de cualquier millonario dando un servicio de transporte público.  

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