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MÁS COMPETENCIA

Uber se adelanta a la área de prestación conjunta que piden los taxistas y empieza a operar en Ibiza

Una de las razones de la petición de los taxistas es disponer de más herramientas para evitar que las VTC ofrezcan el mismo servicio que ellos
uber okmobility
El CEO de Ok Mobility, Othman Ktiri y el Felipe Hernández Aramburu, director general de Uber para España y Portugal.

El plan de los taxistas para que el Consell de Ibiza prohibiera de facto o al menos lo dificultara a aplicaciones de VTC implantarse en Ibiza ha fracasado. Al menos, de momento.

Y es que Uber, la aplicación junto a Cabify con mayor cuota de mercado, empezará a operar en Ibiza la próxima semana con una flota de 14 automóviles que piensa ir ampliando.

El antecedente de Mallorca

Uber ya opera en Mallorca desde el año pasado, prestando servicio en el área metropolitana de Palma, es decir, la capital y los vecinos Llucmajor y Calvià. La implantación en Mallorca se hizo en colaboración con Ok Mobility, multinacional nacida en Mallorca y con una fuerte implantación en Ibiza que empezó como una empresa de alquiler de coches (Ok Rent a Car) y ha acabado migrando en una empresa de movilidad que no solo alquila coches y motos, sino también barcos a través de diferentes modalidades.

El antecedente de Mallorca, la disponibilidad de vehículos gracias a las numerosas licencias de Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) que los tribunales han obligado a conceder al Consell de Ibiza más las que todavía están pendientes de otorgar y los problemas de exceso de demanda que la flota de taxis no puede atender durante muchos momentos del verano apuntaban a que la implantación de Uber y/o de otras aplicaciones era cuestión de tiempo.

La idea de la compañía es ampliar el servicio a Formentera y a Menorca, aunque, de momento, no hay fecha.

La idea de los taxistas

En una entrevista en La Voz de Ibiza, el portavoz de la Federación del Taxi de la Isla de Eivissa (FITIE) y de la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) para asuntos relacionados con la petición de que ayuntamientos y consell acordaran una área de prestación conjunta, negó que dicha solicitud estuviera directamente relacionada con la posible llegada de Uber a la isla, aunque a nadie escapa que si no es el motivo principal, se le aproxima. Así lo piensan también el Consell de Ibiza y los ayuntamientos.

«Directamente no, pero no cabe duda de que valoramos positivamente que pueda ser una herramienta interesante para que pueda regularse mejor este servicio», señaló a principios de octubre Toni Roig.

La relación entre ambas cosas es que una área de prestación conjunta puede determinar que todo trayecto que se realice en su interior, es decir, en toda la isla, es urbano, lo que tendría dos consecuencias en relación a la operativa de VTC: que las licencias de fuera no tendrían permitido trabajar en Ibiza durante el periodo de tiempo en el que la ley se lo facilita en la actualidad como licencias deslocalizadas y que las licencias autóctonas concedidas por el Consell de Ibiza, los otros consells o el Govern balear que pueden operar sin restricciones temporales en cualquier isla necesitarían una acreditación urbana que permitiría al Consell su regulación. Así al menos lo piensan desde el colectivo de taxistas.

Una de las posibilidades sería prohibir los trayectos intraurbanos, es decir, los que se producen dentro del mismo municipio, lo que dificultaría la prestación del servicio, pero no lo invalidaría. También podría establecerse un tiempo mínimo de antelación entre la solicitud del servicio y la prestación del mismo.

El anuncio de Uber, adelantado por Diario de Ibiza, ha trastocado los planes de los taxistas porque ni el Consell ni los ayuntamientos han acogido con excesivo entusiasmo la propuesta.

Cada ayuntamiento está trabajando en sus planes de estacionales como si no existiera la petición de área de prestación conjunta. El Consell de Ibiza se ha lavado las manos en este asunto y ha trasladado la responsabilidad a los ayuntamientos, en tanto que se trata de una competencia municipal y, por lo tanto, han de ser los ayuntamientos los que pidan la intervención del Consell y de que hay una orden de carga insular que regula cómo pueden trabajar los taxistas en los otros municipios y que para los ciudadanos es como si ya existiera una área de prestación conjunta.

Competencia directa

La experiencia de otros lugares en los que se ha implantado Uber y el hecho de que esta temporada haya supuesto el fin de la burbuja del servicio tradicional de las VTC, las furgonetas negras con cristales tintados que ofrecen un servicio de lujo diferente al del taxi, tanto por precio como por tipo de servicio, apuntan a que Uber llega para competir de tú a tú con el servicio de taxi.

El mercado de VTC de alta gama está saturado, ya que con la proliferación de licencias concedidas hay exceso de oferta y, como le ha pasado también al sector náutico, han perdido clientes de alto poder adquisitivo el pasado verano.

Clientes que necesitan un servicio de inmediatez que hasta ahora no contrataban los servicios exclusivos de VTC ahora dispondrán de la posibilidad de pedir un servicio del que conocen el precio de antemano a través de la aplicación.

Uber también ofrecerá el servicio tradicional de taxi a través de la aplicación, por lo que invita con una política agresiva de incentivos a los titulares de las licencias a sumarse a la aplicación. En este caso, los taxistas pagan a Uber un 12% por cada viaje, frente al 25% que pagan las empresas de VTC a la multinacional americana.

 

 

 

 

 

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