El recién nombrado presidente de la Asociación de Panaderos y Pasteleros de Ibiza, Jordi Riera, leyó los méritos que han hecho a la Pastelería y Panadería Can Vadell de Vila merecedora de la mención especial a los 100 años de actividad. Entregó el premio Rafa Triguero, alcalde de la ciudad.
«Esta noche tenemos varios ejemplos de sucesiones empresariales exitosas. La sucesión es siempre un momento crítico en una empresa familiar. Por eso, cuando hablamos de un negocio que cumple 100 años de vida estamos todos de enhorabuena, y más aún cuando hablamos de un pequeño comercio entrañable y que forma parte de la historia de la ciudad de Ibiza.
Hemos de retroceder hasta 1923 cuando pocos meses antes de casarse, Joan Marí Planells, Juanito Vadell, y Josefa Ribas Juan abrieron su panadería, que empezó llamándose La espiga ibicenca, el nombre que le puso su anterior propietario. Años después le cambiaron de nombre a Can Vadell, el segundo apellido del padre de Joan. Podríamos estar toda la noche contando las vicisitudes de la historia de una empresa de 100 años de vida, pero con lo que nos hemos de quedar es que la unión familiar ha sido clave. Primero los abuelos, luego su madre y su tío Pepe con sus parejas y ahora Nieves y Vicente Clapés con sus primos, con la ilusión de que esta emblemática panadería y pastelería siga adelante con las nuevas generaciones».
