Llorenç Córdoba ha aprovechado la intervención de hoy del conseller del Mar, Juan Manuel Lafuente, en el Parlament para crear un nuevo argumento con el que mantenerse atrincherado en la presidencia de Formentera y exigir la dimisión otra vez de Juan Manuel Alcaraz, presidente del PP de Formentera, y de su esposa, la vicepresidenta primera Verónica Castelló: el PP ha venido mintiendo al pueblo de Formentera desde la campaña electoral al prometer una solución autonómica imposible al deslinde de Costas porque se trata de una competencia nacional.
Córdoba ha dado a entender en la comparecencia ante la prensa de hoy, convocada de urgencia, que se había enterado hoy a través de intervención de Lafuente de que el Govern está atado de pies y manos en materia de deslinde.
Córdoba ha acudido a un teletipo de Europa Press sobre el deslinde propio de Formentera para asegurar que la promesa electoral era «una patraña y una mentira. El Govern no puede solucionar el problema y han sido mentiras y más mentiras. Me incluyo entre las víctimas«, ha sorprendido.
El aún presidente de Formentera ha calificado a Alcaraz de «activo básico y necesario para prolongar la mentira del Govern balear» y se ha preguntado «¿desde cuándo sabía Alcaraz que esto que prometían eran mentira?».
Competencia estatal
A pesar de que todo el mundo sabe que la competencia del deslinde de Costas es estatal y de que el traspaso a Baleares hecho efectivo el 1 de julio de 2023 ha sido parcial, Córdoba ha mantenido que «no puedo saber técnicamente ni legalmente cómo está esta situación. Yo me lo creí y lo defendí«.
Córdoba ha obviado que votó en el pasado mandado como conseller de la oposición la interposición de un recurso al Tribunal Constitucional del reglamento de Costas aprobado por el Gobierno. Dicho recurso fue apoyado por todos los grupos del Consell de Formentera, incluso por el PSOE.
Culpa a Prohens
En esta línea, ha atacado a la presidenta del Govern, Marga Prohens. «Pueden juzgarme a mí, pero si elevamos la vista, vemos dónde está el problema» en alusión a la presidenta: «el foco es que el PP ha mentido en una de las promesas más importantes. Yo advertí de que era una línea roja».
Córdoba sostiene que una de las claves de la victoria electoral de Sa Unió fue la promesa del deslinde. «Era uno de los puntos principales y forma parte del contrato con la gente», ha dicho.
El argumento del presidente y diputado autonómico es que la petición de dimisión de Sa Unió es consecuencia de haber defendido el interés de Formentera en cuestiones como el deslinde y nada tiene que ver con sus amenazas de romper unilateralmente con el Partido Popular en el Govern ni con su petición de cobrar un sobresueldo adicional a los casi 90.000 euros anuales que ingresa. «Yo fui a defender el deslinde de Costa y me encontré un ataque al poder descarado», ha enfatizado al tiempo que ha vuelto a recordar el episodio de la reunión con Prohens a la que también acudio Alcaraz y Javier Serra, presidente de Compromís amb Formentera.
Asalto al poder
Córdoba ha insistido en responsabilizar de la crisis política a las ansias de asaltar el poder de Juan Manuel Alcaraz, a quien insiste que no cesará porque espera que por «dignidad dimita, pida disculpas y se vaya a casa». «Después de todo lo que he dicho ayer y hoy, ¿alguien piensa que yo voy a dimitir?», se ha preguntado.
«Confío en que el resto de consellers que no tienen el interés político de Alcaraz vean las pruebas y ante las evidencias puedan cambiar de parecer. Deseo que el resto de consellers asuman sus responsabilidades y podamos seguir trabajando».
En relación a las grabaciones que según una información de Periódico de Ibiza y Formentera dispone Sa Unió, Córdoba ha invitado a que las presente. «Me parece que grabar y difundir una conversación privada es ilegal. Cuando grabas una conversación es porque tienes algún motivo», ha dicho.
Córdoba también ha deslizado que Alcaraz estaba preparando el asalto al poder y boicoteando la acción del presidente desde hace meses. «Me estaban haciendo la cama», ha dicho.
El portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Sebastià Sagreras, le solicitó ayer que dimitiera como presidente y continuara como diputado para cerrar la crisis como ya había hecho Sa Unió, según ha confesado. «Sa Unió está dirigida por el PP de Baleares».
Futuro
Córdoba no piensa dimitir, ni cesar a los dos vicepresidentes y piensa gobernar con ocho consellers que han pedido su dimisión hasta que amaine la tormenta. «Es el precio que voy a tener que pagar si Alcaraz no se da por aludido», ha confesado. «Me cuesta creer que se aferren al poder perjudicando al Consell, a la imagen de los políticos y trabajadores», ha dicho.
Así pues, ha garantizado que «habrá presupuesto». «Hay una serie de cosas que han de seguir funcionando», ha dicho.