Ramón van der Hooft, presidente de la Asociación de Náutica de Ibiza y Formentera integrada en Pimeef, ha acogido con optimismo la posibilidad de que el Govern frene la actividad de chárters de la Península que operan en Baleares durante el verano a través de la exigencia de un puerto base para poder operar.
En declaraciones a La Voz de Ibiza, el empresario y CEO de Boating Group ha expresado su apoyo absoluto a que el Govern haya puesto sobre la mesa esta medida. Ha advertido, no obstante, que no es el momento de celebrar nada todavía porque aún no ha llegado la resolución definitiva. Espera que llegue antes del verano.
En su opinión, es fundamental obligar a las empresas de chárter que operan en Baleares a tener un puerto base en la comunidad. De esta manera, se evitaría la competencia desleal que supone para las empresas locales competir con empresas que cuentan con costes más bajos, al no pagar la caras tarifas de los puertos deportivos de Baleares ni enfrentarse a los elevados costes salariales, de vivienda y de mantenimiento de embarcaciones, al tiempo que se reduciría el elevado número de embarcaciones que pernoctan en las calas y que «en un 80% son chárters legales o piratas«.
«Un emprendedor del Levante se compra una lancha, viene las semanas de temporada alta a Ibiza, duerme en el barco y fondea en la costa, trabaja muy bien unas semanas y se va. Es fácil que le vaya muy bien y pueda ganar dinero. No es bueno para el conjunto de la sociedad, no aporta riqueza y satura nuestras calas y playas», ha explicado gráficamente Van der Hooft.
Puerto base
«Establecer un puerto base a todas las empresas de chárter garantizaría un mejor control durante el período estival, obligando a un embarque y desembarque más ordenado y regulado«.
La normativa impide el embarque y el desembarque de los clientes en las calas y playas y obliga a que se haga en un puerto. La realidad es que dicha limitación es papel mojado, ya que es muy difícil de controlar. «Es muy difícil porque un embarque y desembarque se puede confundir con desembarcar para comer. Y una vez dentro de la embarcación, es más difícil todavía».
«El cumplimiento de toda la normatiza es más fácil de garantizar con los embarques y desembarques en un puerto. Exigir un puerto base ayudaría a evitar el descontrol actual«, ha reflexionado Van der Hooft.
Van der Hooft ha señalado que el establecimiento de un puerto base en Baleares para las empresas de chárters externas es fundamental para evitar la competencia desleal y restaurar el equilibrio en la presión sobre la costa; y ha destacado que este vacío legal permite que estas empresas operen sin contribuir a la economía local y que genera saturación en las calas de las islas durante la temporada estival.
Más control
Además ha insistido en que el verdadero problema radica en la flota comercial sin amarre, catamaranes, veleros y motoras, y calcula que puede haber hasta 200 embarcaciones de este tipo fondeando «en nuestras calas» en las noches.
En este contexto, Van der Hooft detalla que el 80% de los fondeos nocturnos en calas estratégicas son de carácter comercial, tanto pirata como legal, lo que contribuye significativamente a la saturación experimentada en lugares como Talamanca, Cala Jondal y Porroig, así como en la Bahía de Portmany.
«La mala imagen del sector náutico viene de toda esta cantidad de barcos», ha señalado.
Lista séptima
El presidente de los empresarios náuticos ha celebrado que el Gobierno haya aparcado, al menos un año, la posibilidad de que particulares puedan alquilar sus embarcaciones durante un máximo de tres meses al año. «Es una victoria parcial y una tregua. Estamos contentos, pero hasta que no veamos cómo queda finalmente no tenemos nada que celebrar», ha concluido.