El exministro José Luis Ábalos ha decidido aferrarse a su escaño tras el estallido del caso mascarillas fake y, ante la exigencia del PSOE de que renunciara al acta en 24 horas, ha optado por pasarse al Grupo Mixto del Congreso y quedará en el gallinero, es decir en las últimas filas del hemiciclo.
Ábalos considera que esta es «la decisión más importante» de su vida política porque ha tenido que defender su «honorabilidad» en soledad porque sus compañeros lo dejaron solo en este revuelo de supuesta corrupción y comisiones cobradas sobre la compra de mascarillas para la pandemia del Covid-19: «Me hubiera gustado tener el beneficio del compañerismo», admite el funcionario que será juzgado por el Tribunal Supremo.
Ábalos va al Tribunal Supremo
Los compañeros de partido de Ábalos han hecho silencio a su renuncia como Presidente de la Comisión de Interior porque consideran que el Tribunal Supremo, quien lo juzgará, tendrá la última palabra de este caso que revoluciona Baleares. Lo que ocurre es que han encontrado pruebas que incriminan a Francina Armengol, Koldo García y el propio exministro en la compra irregular de mascarillas.
En abril de 2020, han comprado mascarillas, teóricamente FFP2, a 2,50 euros la unidad. En ese momento, el precio medio eran 0,424 euros por mascarilla, lo que ha causado sospechas sobre estos funcionarios. Como si eso fuera poco, el producto que ha llegado no era por el que habían pagado, sino que arribó uno de peor calidad.
Otro de los puntos controversiales del asunto es que el Govern de aquel entonces no denunció a la empresa Soluciones de Gestión y de Apoyo a Empresas hasta un día antes que termine la gestión. Así, el problema fue trasladado a Prohens, actual presienta del Govern, que destapa este caso a la luz y exige que juzguen a todos los involucrados.
