-Usted es el representante del Consell de Ibiza en el Consejo de Administración de Autoridad Portuaria y también en el de Ports IB. La petición de Baleària para operar en Sant Antoni tiene ramificaciones en el de Ibiza, ya que si no obtiene permiso para operar en Portmany, operará en Botafoc. El presidente del Consell, Vicent Marí, regañó públicamente a la compañía por anunciar la ruta y comercializar billetes sin tener autorización y vinculó la línea a la restricción a la entrada de vehículos, cuando en realidad el saldo neto de vehículos será el mismo, entren por el puerto que entren.
-Es una cuestión que compete a Ports IB. Todo el mundo sabe que el puerto de Ibiza tiene un nivel de saturación y de actividad muy importante, lo que no quiere decir que podamos abrir el puerto de Sant Antoni sin consultar a nadie y empezar a vender billetes sin tener la línea autorizada. Aquí ha habido un fallo, una falta de respeto y una falta de seriedad. Dicho esto, nosotros reiteramos que estaremos a lo que diga el Ayuntamiento de Sant Antoni. Nos constan, como no podía ser de otra manera, conversaciones entre el Ayuntamiento y la Conselleria del Mar. Supongo que se dilucidará pronto.
-Los reproches de los que me habla son más formales que de fondo. ¿Cuál es la posición en cuanto al fondo de la cuestión del Consell de Ibiza? El Govern ha dicho que aplicará el sentido del informe encargado la pasada legislatura y es claro: no carga, limitación de velocidad, horarios menos gravosos y control del tráfico en tierra.
-Nosotros no tenemos técnicos que puedan valorar esta cuestión. Nos tenemos que remitir a los técnicos de Ports IB y a, por ejemplo, el Colegio de Ingenieros Navales, que se ha puesto a nuestra disposición para ayudarnos a hacer la mejor valoración. Si nos caracterizamos por algo es porque nuestra ideología es el sentido común. Y es lo que intentamos aplicar siempre.
Este tipo de cuestiones no deberían politizarse ni sesgarse como muchas veces se hace. Como no queremos una cosa, vamos a cargarnos de argumentos para oponernos. Ahora tenemos que escuchar a los técnicos y analizar bien todas las opciones, al contrario de otros partidos que ya han tomado la decisión por cálculo electoral o porque lo consideran beneficioso políticamente.
Al final son prejuicios que es muy diferente a los juicios que se tienen que hacer en base a pruebas y a los criterios técnicos. No vale el porque sí, porque yo lo digo. Y no pasa solo con el puerto de Sant Antoni, pasó con el de Ibiza, pasa con el debate sobre los residuos, con la limitación de vehículos que se quería adoptar sin el más mínimo estudio. Hay que alejarse de esta forma de gobernar.
