Toni Roig (Ibiza, 1975) es el presidente de la asociación mayoritaria del taxi en Santa Eulària y ha sido nombrando recientemente presidente de la Federación Insular del Taxi de Ibiza (FITIE), en sustitución de Toni Riera. Hasta ahora había desempeñado el cargo oficioso de portavoz de la propia FITIE y de la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) para los asuntos del área de prestación conjunta, instrumento de cuya necesidad es un absoluto convencido y que marcará su presidencia.
No quiere esperar a que finalice la temporada, ni quiere que los ayuntamientos no cojan el toro por los cuernos de una vez. Por eso, la FITIE presentará la próxima semana un modelo de área de prestación conjunta de ámbito insular con la que el sector pretende organizar el servicio del taxi. El mismo será entregado, por ahora, ante los ayuntamientos de Ibiza y Santa Eulària, municipios que ya se han pronunciado favorables a constituir un área mancomunada.
«Vamos a entregar una documentación que nos requieren para poner un ejemplo de cómo constituir esta área, aunque en realidad no nos toca a nosotros hacerlo. El primer paso es un órgano supramunicipal formado por los cinco ayuntamientos», avanza.
En ese sentido, ha explicado que para la organización del servicio se partirá de la orden de carga del decreto 5/2022 que, tal como ha avanzado La Voz de Ibiza, es incumplida sistemáticamente por la FITIE como operador del GPS.
«Es el momento de aclarar los criterios que quedan ambiguos», confiesa. «En base al decreto de recogida de viajeros, partiremos de una serie de rectificaciones, cambios y aclaraciones en cuanto a puntos de carga, en cuanto a cómo y de qué manera pasan a ser los servicios, eliminando el criterio de trayecto urbano o interurbano, ya que todos pasarán a ser urbanos. Queremos que esta regulación se traslade al ámbito de una área de prestación conjunta y erradicar todo este tipo de criterios que ahora provocan el conflicto de ahora», detalla.
El galimatías normativo
Tras la noticia de La Voz de Ibiza, reflejando que el taxi de Ibiza incumple sistemáticamente el decreto de la orden de carga al asignar servicios con el GPS, el propio presidente de la FITIE ha explicado un paso a paso donde aclara: «Esto es un galimatías normativo. Es muy complicado gestionar un sistema informático que es regulado con normativas municipales distintas pero que da servicio a toda una isla».
El incumplimiento fue denunciado por Joan Marí, de la Agrupación de Autotaxi, quien en una entrevista en La Voz de Ibiza denunció malas praxis generalizadas en el sector del taxi.
-¿Por qué no discrimina el GPS entre trayectos urbanos e interurbanos? ¿No parece tan difícil preguntar al usuario cuál es el destino del servicio?
-Es difícil, diría que inviable para el funcionamiento normal de la central añadir este punto, debido al elevado número de llamadas que atiende a diario, especialmente en temporada alta.
-Y como hay muchas llamadas, se incumple sistemáticamente la orden de carga…
-El sistema trata de aplicar la interactuación entre los municipios de la forma más justa y más sensata, para poder ofrecer un servicio real y de calidad sin saber dónde finaliza ese servicio porque pedir ese dato complica mucho la operativa del sistema informático.
-Entonces, no entra en sus planes cumplir con la normativa.
-Desde la FITIE hemos insistido en la necesidad de poder solventar cuanto antes este problema normativo a través de los ayuntamientos, o si es necesario, con la ayuda del Consell Insular.
¿Intentará cumplir con la regulación?
-La FITIE trata de cumplir y de aplicar ese cumplimiento al máximo dentro de las posibilidades que permite un sistema informático. Ahora no es un campo obligatorio para el usuario y dar la información de a dónde va no se hace y posiblemente no esté diseñado el sistema para que fuese un campo de obligado cumplimiento. A nivel técnico, en la aplicación, creo que es posible y es factible. Cuando es una llamada a la central, donde el operador tiene posibilidad de hablar con el demandante del servicio, en muchas ocasiones se nos dice de una forma, a veces muy clara y a veces de forma más liviana, que a nosotros qué coño nos importa a dónde va el servicio o a dónde quiero ir yo. Hay otro aspecto a tener en cuenta y que estamos sopesando también: la privacidad del cliente y temas de protección de datos.
-Evidentemente es una complicación normativa que se requiera saber si es el servicio es urbano o interurbano.
-Es un detalle importante. Nosotros queremos prestar un servicio de calidad, pero no podemos perdernos en normativas que no están a la altura. Esta normativa no está a la altura porque pierde por completo el sentido de rentabilizar los recursos. No tiene sentido, no se puede ni se debe continuar así. Las administraciones deben despertar y dejar de mirar hacia otro lado. No pasa nada en asumir que la normativa no es correcta, que resulta complicada y que a veces es imposible de cumplir. Todo tiene que ser más simple, sin tantas interpretaciones y bajo un mismo marco normativo. Pertenezcamos a un municipio o a otro, pero todos estamos en el colectivo de taxistas de Ibiza.
-A pesar de que es muy sensato lo que dice, parece que hay pocos avances en la creación de una área de prestación conjunta.
-Desde la FITIE decimos con la boca bien grande: se apuesta, se quiere y se necesita una área de prestación conjunta. Primero para mejorar el servicio y luego para limar el incumplimiento de normativas. Pero bajo un solo marco: si tiene que haber cinco normas que las haya, pero que sean iguales. Porque no puede ser es que en un municipio no se pueda contemplar a los vehículos de los otros municipios cuando, al contrario, hay otras normas que facilitan la interactuación municipal. Nosotros gestionamos de la mejor manera posible la central de llamadas y el sistema de GPS en un marco regulatorio muy complejo.
¿Ve una salida posible a todo este galimatías como lo define?
-Sí, pero si apostamos por un área de prestación conjunta, si los ayuntamientos no marean más la perdiz. El sector es el que viene haciendo gestos para tratar de ofrecer un servicio de calidad, el que se ha unificado y ha puesto todos los medios para que haya un único sistema de comunicación para todos los taxis de la isla. Pero no está en nuestras manos poner la regulación o poner blanco sobre negro la normativa. Hay que igualar deberes, derechos y obligaciones y que al taxista se le facilite entender que no tiene que estar asumiendo una normativa según donde esté. Que el usuario no tiene porque saber qué raya de color tiene tal o cual. Todo este tipo de reglas no deberían de estar al amparo de una regulación municipal.