El Ayuntamiento y el Consell de Ibiza, junto con la Policía Local de la isla y el Cuerpo Nacional de Policía, investigan local reconvertido en un plurifamiliar de infraviviendas montado en un supermercado clausurado en el centro de Vila, en la calle Aragón.
Allí se encuentran residiendo unas 20 personas, según las denuncias que vienen recibiendo las autoridades en las últimas semanas y por las que se ha abierto una investigación para comprobar estas irregularidades, que podrían ir desde una infracción urbanística por parte del Ayuntamiento hasta una problemática de vivienda con intervención del Govern.
Un inquilino ha contado a Diario de Ibiza que pagaba 400 euros al mes a un hombre de origen rumano por una de las áreas en las que se encuentra dividido el local, que tenía una cama hecha con cuatro palés y un colchón viejo. Además, ha detallado que el lugar, con estancias de dos por dos metros, está lleno de moho y larvas por la falta de higiene y la acumulación de basura.
En ese contexto, se aguarda la resolución del juzgado para poder acceder al supermercado y desbaratar el establecimiento de viviendas ilegales.
Guerra contra la infravivienda
Durante el último año y lo que va del presente, la Conselleria de Vivienda, Territorio y Movilidad ha intensificado sus esfuerzos para combatir la problemática de las infraviviendas en Palma e Ibiza.
Como resultado de estas acciones, se han identificado diez casos de viviendas alquiladas de manera fraudulenta, lo que ha puesto en riesgo la seguridad y bienestar de aproximadamente 130 personas.
Además, la semana pasada se ha llevado a cabo el desalojo de okupas del antiguo Hotel Rústic, que se encuentra en el barrio llamado Sa Punta, entre Cas Serres y Platja d’en Bossa.
