Sant Antoni ha estado en el foco esta semana por la okupación de una influencer y modelo de Only Fans de un piso en la localidad y la intervención de la mediática empresa Desokupa.
-¿Hay muchos casos de ocupación en el municipio?
-Ojalá no hubiera ninguno, pero es un fenómeno que existe. El otro día participamos junto a la Guardia Civil en la detención por allanamiento de un bajo.
Es un fenómeno que va creciendo y es una problemática. Entiendo la problemática habitacional que tiene la isla, entiendo a la gente que no puede acceder a una vivienda, entiendo que las personas con familia, niños y demás tengan la urgente necesidad de tener donde vivir.
Lo que no consigo entender en un caso como el de una persona con recursos que no paga el alquiler, que tenga la cara de realquilar habitaciones en Airbnb para lucrarse. Eso ya cruza unos límites.
-¿Qué opina de empresas como Desokupa?
-Son empresas privadas contratadas por particulares y con personal privado. Nosotros lo que hacemos es garantizar que lo que ellos están haciendo se ajusta a la legalidad. Y sí, se ajusta a la legalidad. En el caso de esta chica, tienen los permisos para hacer el control de acceso. Nosotros estamos para evitar que haya coacciones.
Hemos ido porque esta chica decía que no podía salir por la presencia de Desokupa, que la tenía retenida contra su voluntad. Al llegar, allí la hemos invitado a salir en nuestra presencia para mayores garantías y se ha negado, hasta que finalmente y afortunadamente ha abandonado la vivienda.
Gustaran más o menos, los métodos que usa Desokupa y las otras empresas del sector, pero cuando han actuado en Sant Antoni siempre lo han hecho dentro de la legalidad.
Como siempre digo, ojalá no tuvieran que existir empresas como Desokupa.
-Sant Antoni tiene mucha zona rural, muchas hectáreas que cubrir y muchas zonas boscosas. ¿Han detectado un repunte de los asentamientos en tiendas o autocaravanas?
-Lamentablemente, sí. Nos avisan constantemente senderistas y los payeses. También son detectadas por las patrullas de los policías de proximidad.
Actuamos de forma muy contundente porque es un peligro muy grande, tanto si están porque quieren o por necesidad. Cuando yo empecé a trabajar en la policía, no se producían este tipo de infracciones. De cuatro o cinco años a esta parte, hemos visto que poco a poco ha ido creciendo el número de sitios donde la gente acampa para todo el verano cuando la normativa estatal, autonómica y local la prohíben.
